Europa, ¿mande?

A una semana de las elecciones europeas, anoche se habló en la tele de la deuda y el déficit español, de que estaban controlados antes de la crisis y se descontrolaron con la gestión de esa crisis con la austeridad como única receta. Se habló del paro juvenil y de la catástrofe que representa no dar un empleo digno a toda una generación, se habló de Cataluña, del derecho a decidir y el riesgo de la secesiones, de la importancia de mantener la ayuda al desarrollo para evitar las avalanchas de inmigrantes y refugiados, de lo corrosiva que resulta la corrupción y de si hay que intentar que todos los europeos tengan los mismos derechos, entre ellos, el del aborto. De todo esto que tanto nos afecta y de qué puede hacer Europa para regularlo o combatirlo se habló anoche. Y, ¿dónde se habló de todo esto?, ¿en España?, ¿en la capital, en Madrid? No, de todo esto se habló en Bruselas, en el debate de los cinco candidatos a presidir la próxima Comisión. Dos alemanes, un luxemburgués, un belga y un griego que, en muchos momentos de un debate ágil, directo y transmitido a una audiencia potencial de 400 millones de europeos, señalaron las llagas españolas. Inmediatamente después los dos cabezas de lista españoles a esas elecciones europeas tenían cita en la televisión pública aquí. El único cara a cara que van a tener en campaña y la comparación con el de Bruselas no les benefició en nada. Ni en el formato ni en el contenido. Pactado por los dos partidos hasta el último detalle, encorsetadísimo, parecía un debate para unas elecciones generales. Cañete leyó ante la cámara hasta la última ficha que le habían preparado sobre la herencia recibida y Valenciano, que consiguió llevar la iniciativa, centró todo su esfuerzo en demostrar que no son lo mismo y que los dos años de Rajoy en la Moncloa son ya una pesada herencia sobre el futuro de los españoles en derechos e igualdad. ¿Y Europa? Ah, sí...Merkel, Hollande y tal...