Tiempo de cambios

Este lunes se inicia con la noticia de lo que puede ser el alejamiento definitivo de Durán Lleida de la ruta soberanista de Artur Mas. Fuentes de su entorno confirman que en unas semanas podría abandonar la secretaria general de CIU, y la presidencia de la Comisión de Exteriores del Congreso. La incomodidad del histórico dirigente democristiano con la senda de Artur Mas es conocida y ha sido expresada ya en varias ocasiones con otros amagos de ruptura en el pasado reciente. Pero la gota que podría haber colmado el vaso ha sido la posición de CiU en la votación de la ley de abdicación del Rey. Durán se comprometió a apoyarla en privado con el gobierno y en público ante los medios, y luego tuvo que dar marcha atrás ante la decisión de Convergencia de abstenerse. Parece que Durán no consumará sus dimisiones hasta después de la proclamación del nuevo Rey y que pretende conservar la portavocía de CIU en el Congreso y cierta visibilidad que le permita competir por la presidencia de la Generalitat si se convocan unas autonómicas plebiscitarias en torno a la independencia. Aunque este domingo, desde Convergencia ya han cuestionado su permanencia como portavoz de la Federación en el Congreso.

Si esta grieta es definitiva Artur Mas se queda sin uno de los pocos puentes que tenía con el gobierno central, uno de los más sólidos, y supone la salida del bloque soberanista del principal promotor de la llamada tercera vía: la que pretende buscar una reforma constitucional que evite el choque de trenes entre Cataluña y el conjunto de España. Tercera vía defendida también por el PSOE, que en un mes cambia de líder con la salida de Rubalcaba.

Así comienza la semana en la que se votará en el Congreso la abdicación del Rey. Parece evidente que en España se están produciendo profundas corrientes de cambio en la vida polític