¿El vía crucis de quién?

Si Jordi Pujol tuviera que escribir esta portada de Hoy por Hoy seguro que diría que su vía crucis llega a una nueva estación. En julio habló de expiación al confesar que había ocultado una fortuna a Hacienda. Pero los asuntos terrenales se sustancian ante la Justicia y ante los Parlamentos. Y en los dos frentes tiene hoy cita el caso de su fraude confeso a Hacienda. El ministro Montoro comparece en el Congreso para informar de ese fraude, se supone que informar hasta donde le permita la ley que obliga a respetar la confidencialidad de los datos de la Agencia Tributaria -como defendió Montoro cuando el caso Bárcenas- veremos qué es lo que cuenta finalmente. Eso en Madrid, en Barcelona, el Parlament catalán vota la comparecencia del ex Molt Honorable y ya se sabe que incluso CiU va a votar que sí.

El protagonista todavía no ha confirmado en público que vaya a acudir. Resulta impensable que a la estrepitosa caída del mito se sume su desprecio a las instituciones democráticas negándose a dar explicaciones a los representantes de los catalanes.

En los tribunales se multiplican las querellas pidiendo que se investigue el origen de la fortuna de su familia y la juez de Andorra que lleva su caso dice que sí, que le manda información a la Audiencia Nacional, siempre que investigue a los Pujol por corrupción, pero no si es solo por ocultar el dinero a Hacienda.

Vía crucis hay desde luego, pero es el que recorremos religiosamente los ciudadanos tratando de entender un mundo hecho descarnadamente a la medida de unos pocos.