Hitzeman: compromiso sin garantías

Hitz eman. Comprometerse, dar la palabra...es el nombre del programa de resocialización de presos del Gobierno Vasco. Una vía Nanclares institucionalizada y sistematizada: los presos condenados por terrorismo firman un formulario que no exige arrepentimiento, se comprometen en un itinerario y si lo cumplen, el Gobierno les ayuda a encontrar trabajo o vivienda y certifica su resocialización, enviándolo a las autoridades competentes. Ahí está la clave. El Gobierno Vasco no tiene transferida la competencia de prisiones...o sea, no puede ofrecer ni garantizar nada al preso. El puerto de llegada se queda a las puertas de donde se toma la decisión, que es en el Gobierno Rajoy. El lehendakari se lo ha trasladado, el presidente dijo que lo estudiaría. Sin competencias, sin acuerdo con el Gobierno central y sin el visto bueno de SORTU (que ya ha dicho que es un brindis al sol) el plan corre grave riesgo de quedarse en un desideratum. Pero eso ya lo sabe el Ejecutivo.