España: ni tarjetas, ni panderetas

Algunos de los más graves asuntos que pesan en este momento sobre España tienen que empezar a despejarse esta semana que hoy comienza.

El primero, el más importante, la evolución de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada de ébola. Teresa sigue estable, con una ligera mejoría aunque los expertos piden prudencia. Hoy se cumplen 15 días de sus primeros síntomas y los próximos días serán determinantes para la superación de la enfermedad. También veremos si el cambio de estrategia del Gobierno consigue restaurar la confianza ciudadana muy desgastada por el caos de la semana pasada. A las diez se reúne el Comité Científico del gabinete de crisis presidido por la Vicepresidenta. Resolver la crisis política por elevación no impide que Ana Mato siga siendo hoy ministra de Sanidad y Javier Rodríguez consejero de Madrid.

También esta semana Artur Mas tiene que despejar definitivamente ante los catalanes sus intenciones: si el Tribunal Constitucional mantiene la suspensión de la consulta, estos días se acaban todos los plazos para la convocatoria del 9N y el president debe decidir y decirlo si asume que no la habrá con las garantías democráticas de la legalidad... o si sigue adelante con el simulacro. Muchas voces le piden elecciones anticipadas como única salida al laberinto.

Y por último, el jueves veremos desfilar ante el juez a Miguel Blesa, Rodrigo Rato e Ildefonso Sánchez Barcoj, los responsables máximos de esta nueva edición de la España de tarjeta y pandereta que nos ha costado 22.000 millones de euros. Los detalles sobre el uso de las tarjetas en negro demuestran que la mitad del gasto en hoteles, tiendas, clubes de ocio y gasolineras, se hizo en fin de semana o vacaciones... y que se hizo además hasta cinco minutos antes de tener que rescatar a Bankia.

Son todos asuntos graves, que dibujan una imagen de España que nos duele, desgarros colectivos que dejan arañazos en nuestra confianza y autoestima como sociedad, pero no hay q