Perplejidad

Este es el sentimiento común en Cataluña y en el resto de España tras el paso dado ayer por Artur Mas...

"¿Cómo responder?" se pregunta El País en su editorial para A CONTINUACIÓN instar al Gobierno de Rajoy a actuar. "El asunto solo se resolverá votando y de forma responsable e inatacable, legal y pactada", argumenta. Y en este contexto y ante el deseo generalizado de los catalanes de votar, "o el Gobierno de España, por más que le cueste, toma la iniciativa en este terreno o se verá también arrastrado por las incoherencias de los visionarios más disparatados". El Mundo, por su parte, exige que "el gobierno sea implacable con Mas si vulnera la ley" y así lo adelanta en su primera página al anunciar que Moncloa advierte que le llevará ante los tribunales por fraude de ley si saca las urnas a la calle. En la Vanguardia, claro está, se impone la moderación y habla de los márgenes de la política para volver a llamar al diálogo "a partir del día 10 de Noviembre, respetada la ley y roto el corsé del calendario". Considera que unas elecciones anticipadas "no siempre aclaran el panorama" como se vio en 2012 y sostiene que "Cataluña debe ser bien gobernada para aprovechar de la mejor manera posible los síntomas de la recuperación". Porque, en definitiva, como reflexiona Antoni Puigverd en el diario barcelonés: "estamos donde estábamos". Entre otras cosas porque el nacionalismo catalán "cuando se inflama e intenta oponerse frontalmente a España, comprueba enseguida que no tiene la fuerza suficiente".

La prensa internacional, de hecho, da por amortizado el referéndum...

En páginas interiores y sin entrar en análisis profundos, Liberation en Francia anuncia que "Barcelona cede en el referéndum. El presidente catalán, presionado por Madrid, renuncia al voto del 9N". En Alemania, misma visión, el Frankfurter Allgemeine concluye: "un referéndum sobre la secesión como en Escocia no se hará en Cataluña. Bajo la presión de Madrid, el gobierno regional ha cambiado sus planes. Más opta por e