Lo de Reina puede ser un puntazo

Si el Mallorca consigue la permanencia, será un trabajo coral y de todo el equipo, sin ninguna duda, pero mucha gente recordará, por el momento, por el significado, por la reivindicacion desde la sombra y por la frialdad con la que la ejecutó, la parada de Manolo Reina a El-Nesyri en el 96 volando en el Sánchez Pizjuán.

El Mallorca salía desdibujado en lo anímicio, con una alineacion que dejaba a Rico, a Dani a Baba y a Take en el banquillo y con defensa de cinco. Aguirre tiene difícil lograr la gesta, pero si lo consigue, personalidad no se le puede recriminar al "vasco", que tiene mil batallas en esto de correr sobre el precipicio.

El Sevilla no pudo encajarle un gol al Mallorca, que venía de recibir media docena en una fiesta que se tornó pesadilla frente al Granada hace cuatro días. Sin fluidez en ninguno de los dos equipos, ambos regalaron un partido tosco y espeso en el que el Sevilla lo intentó más mediante jugadas a / balón parads y córners que remataban sin éxito. Salva Sevilla sacó bajo palos un remate de Rafa Mir.

El Mallorca se cerraba por dentro y obligaba al Sevilla a colgar balones, pitos en la grada y bostezos a partes iguales. El equipo bermellón veía algún espacio a la contra pero para entonces, a Muriqi le esperaba un desierto de metros por delante en solitario para hacer lo imposible. Aún así, el kosovar se deja el alma en cada balón. Una contra que se fue desinflando entre el propio Vedat que terminó con un disparo de Battaglia, fue lo poquito del Mallorca.

La segunda parte se desmelenó cuando el Sevilla volcó todo en ataque a falta de quince minutos. Más siete de añadido que al Mallorca se le hiceron un semestre. Otro remate de Muriqi tras sacar de banda fue lo poco que ofrecieron los visitantes frente al aluvión de centros y remates que achicaban la zaga bermellona. Ya en el descuento, Reina sacó un mano a mano algo escorado a Martial y en la última del partido, un cabezazo impresionante a contrapié de El-Nesyri hizo volar al guardameta para hacer la parada de la jornada, puede que una de las de la Liga, e importante en el devenir del mallorquinismo, una parada para la historia. Un punto que sabe a gloria, insuficiente viendo las marchas de los equipos rivales, pero que permite en un partido de vida o muerte por la permanencia, sin salir de ella, seguir jugando hasta el último suspiro.