El Rey Emérito no vendrá a Balears
Juan Carlos I había difundido a través de su círculo íntimo el interés por reincorporarse a las competiciones de vela en la Bahía de Palma
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"La línea roja" de Matías Vallés (17/05/22)
Hay una geografía española esencial para Juan Carlos I, y no es Madrid.
De hecho, la visualización creciente de España como un gigantesco apéndice madrileño es una de las mayores amenazas para el Estado.
El Rey Emérito siempre ha alcanzado su plenitud en Mallorca, desde que era un niño que veraneaba en la celda de La Cartuja de Valldemossa propiedad de la familia Carvajal.
En la isla fue absolutamente feliz, aunque la felicidad no sea el sentimiento que le deseen ahora mismo la mayoría de españoles.
El madrileñocentrismo suele olvidar que el destierro del rey padre a cargo del rey hijo transcurrió por etapas.
Y que antes de ser expulsado por La Zarzuela del palacio que ocupaba en el complejo madrileño, se le prohibió veranear en Mallorca.
Juan Carlos I había difundido a través de su círculo íntimo el interés por reincorporarse a las competiciones de vela en la Bahía de Palma.
Felipe VI ordenó lo contrario, mucho antes de Abu Dabi.
El Rey Emérito no vendrá a Balears, su última visita habrá sido su asistencia como invitado de honor a la boda de Rafael Nadal.
Con todos los respetos para Sanxenxo frente a la saturación de Balears, el destino español soñado por Juan Carlos I está muy cerca de nosotros y cada vez más lejos del Rey que perdió el aprecio de su pueblo por su mala cabeza.




