3-2. El Ibiza despide la temporada con derrota en Oviedo

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Fiel a su estilo en el tramo final de la temporada, el Ibiza ha acabado perdiendo de forma casi increíble Oviedo, tras verse superado en la primera media hora de partido y acabar bombardeando la portería asturiana, mereciendo llevarse la victoria. Y en el epílogo unas manos de Goldar castigadas por el VAR condena a la UD que ha perdido los tres últimos encuentros de la presente campaña, exhibiendo una fragilidad defensiva alarmante, que habrá que corregir en el futuro.

No hay quien entienda esos altos y bajos de un equipo que por momentos es demasiado inocente y fallón en defensa, dejando demasiados espacios al rival y de repente se adueña de la pelota y es capaz de fabricar ocasiones a destajo. Así acaba la temporada, en la decimoquinta posición en la clasificación y con trabajo en los despachos. La primera decisión, el inquilino del banquillo, donde todo apunta a un cambio.

La UD arrancó el choque con un once inicial de circunstancias por las bajas, pero con alguna elección de su entrenador, Paco Jémez, difícil de entender, como situar a Rubén de centrocampista, viendo las alternativas que dejaba en el banquillo. Curiosamente en el primer tiempo el zaguero celeste ha tenido dos ocasiones claras de gol, aunque se ha topado con el portero Femenías en las dos acciones. Siempre se deben tener buenas intenciones, pero no siempre se toman las mejores decisiones.

En el once ibicenco ha aparecido por primera vez el joven Claverias como titular, formando en la medular con Javi Lara y Rubén. No ha desentonado y ha marcado su primer gol con la camiseta de la UD. En ataque Herrera pegado a la banda izquierda con Guerrero de enganche y Ekain de nueve.

El Oviedo obligado a ganar para meterse en puestos de ascenso si sonaba la flauta en otros campos ha arrancado con una intensidad superior apretando al Ibiza y con acercamientos peligrosos. Y muy pronto ha tenido premio en una jugada que retrata al Ibiza de la segunda mitad de temporada, Presión en campo rival y la defensa adelantada hasta el medio campo. El Oviedo aprovecha el espacio y manda un balón en profundidad a Borja Sánchez que en la pugna con Morillas, que trataba de cerrar la jugada se ve superado, y reclama una falta inexistente. La jugada acaba con el talento del Oviedo haciendo una vaselina perfecta para batir al portero Domínguez. Se habían jugado 18 minutos. Los locales merecían el gol, aunque el Ibiza había tenido un par de acercamientos con un tiro de Claverias alto y un remate a bocajarro de Rubén que desvió el guardameta asturiano.

No estaba cómodo el Ibiza, con problemas para manejar el juego y sin desborde en las bandas. En el resto del primer tiempo solo una acción peligrosa con una dejada de Villar y otro remate de Rubén con mano milagrosa de Femenías.

En el segundo tiempo, los ibicencos igualaron pronto tras un error clamoroso del Oviedo en la salida del balón entre el portero Femenías y Brugman, el joven Claverias aceptó el regalo y puso las tablas en el marcador. El choque entró en dinámica de ida y vuelta, hasta que los locales volvieron a ponerse por delante en una jugada que retrató a la defensa ibicenca. Un balón bombeado al área, dos jugadores del Ibiza saltando por el balón y dejando solo a Borja Bastón que no desaprovechó el error para batir de nuevo a Domínguez.

La respuesta de Jémez fue hacer un triple cambio, quitando a Herrera, Ekain y Claverías para dar entrada a Davo, Raúl y Nono. Davo fue el auténtico protagonista del choque a partir de ese momento, su movilidad y su rapidez dejaron en evidencia el sistema defensivo asturiano, Primero marcó un golazo, con un lanzamiento de empeine interior desde el área grande, tras una asistencia de Raúl. Y a partir de las tablas, el entrenador ibicenco quiso darle más consistencia a su equipo con las entradas de Escobar y Diop. Y lo que ocurrió en ese tramo es que el Ibiza martirizó a los locales, con una presión eficar para recuperar, con un futbol vertical y creando una ocasión tras otra, todas desaprovechadas por Davo, que a veces se topaba con Femenías, a veces la mandaba fuera y en otras le faltaba ese instinto que tienen los goleadores.

El Oviedo que veía esfumarse sus opciones de ascenso, con los resultados en otros campos estaba a merced de la UD, pero a pesar de jugarse en el área asturiana no llegó el gol y lo que ocurrió en los últimos instantes es que una mano de Goldar fue castigada como penalti tras la revisión del Var. Borja Bastón no perdonó desde los once metros y dejó al Ibiza con la miel en los labios y con la sensación de que habrá más de una cara nueva la próxima temporada.