Trabajadores formados en casa
Llegados a este punto siempre conviene precisar que la vida es tan cara en Balears para los nativos como para los forasteros
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"La línea roja" de Matías Vallés (30/05/22)
Produce cierto sonrojo contemplar a los hoteleros presumiendo de que ellos formaban a sus trabajadores, otorgándoles una categoría casi sobrenatural.
Entonces, ¿dónde se hallan estos técnicos adiestrados por sus patronos?
La realidad es más mezquina, y algún establecimiento descubrirá que es más difícil ser chef que hotelero, una evidencia para el resto de la población.
El pasado jueves, esta emisora recogía los lamentos de otros altos funcionarios, bastante más fiables que los hoteleros.
El presidente de la Audiencia Diego Gómez-Reino y su homónimo en el Tribunal Superior Carlos Gómez se quejaban de la dificultad de encontrar a funcionarios judiciales, dado el elevado coste de la vida en Balears.
Llegados a este punto siempre conviene precisar que la vida es tan cara en Balears para los nativos como para los forasteros.
Pero sobre todo, hemos de ahorrar a un máximo número de personas el trauma de vivir en Balears contra su voluntad.
El presidente de la audiencia esbozaba planes para lograr trabajadores formados en casa, y ahí radica la solución.
Hace años entrevisté en Banyalbufar a Ian Adamson, valeroso piloto de guerra británico en la Segunda Guerra Mundial.
Le pregunté en cuánto tiempo lo habían formado, y en tres meses pasó de no haber volado nunca a pilotar un caza en combate.
Con todos mis respetos, pilotar un avión no es más fácil que la mayoría de nuestros trabajos.




