Las víctimas de patinetes crecen en silencio
Las autoridades intentan que la agresión violenta en las aceras, más dolorosa como en este caso que un atraco a mano armada, formen parte de la vida cotidiana
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"La línea roja" de Matías Vallés (31/05/22)
Desde el pasado fin de semana hay otro mallorquín que quizás no vuelva a caminar.
Su error fue pasear tranquilamente por una acera de Palma, para cumplir con las instrucciones de los expertos en salud.
Mientras circulaba pacíficamente por la acera, y ahora se entenderá la reiteración en la acera, el viandante fue arrollado por uno de los patinetes con carta blanca de las autoridades municipales para agredir salvajemente a los palmesanos.
Los intentos de homicidio de este tipo gracias a la indiferencia municipal son tan frecuentes que ni siquiera llaman la atención.
Sobre todo porque alguien se ha encargado de que no se informe sobre ellos.
Las autoridades intentan que la agresión violenta en las aceras, más dolorosa como en este caso que un atraco a mano armada, formen parte de la vida cotidiana.
Desde el ayuntamiento se quiere dar una lección, no a los agresores que causan un daño irreversible a sus víctimas, sino a los palmesanos que insisten en pasear como si las aceras les pertenecieran.
Es muy fácil desmentir este comentario.
¿A cuántos de los miles de patinetes agresores intercepta Cort a diario?
O mejor dicho, ¿a cuántos agresores ha visto usted detener antes de que causen un daño irreversible?




