Tribunales

Una testigo de la muerte del joven británico en Sant Antoni en 2018 dice que no fue agredido cuando estaba en el suelo

Un agente de la Guardia Civil ha contado la declaración de otra testigo que sostiene que la víctima fue golpeada cuando no podía defenderse

Imagen de la segunda jornada del juicio / Cadena SER

Ibiza

Segunda jornada del juicio contra el joven británico de 26 años acusado de matar a un compatriota de 21 en 2018 en Sant Antoni. Hoy ha declarado una de las jóvenes que estuvieron en la habitación donde ocurrieron los hechos aquella fatídica noche. Ha asegurado que hubo una discusión y después una pelea con varios hombres implicados, que todo paso muy deprisa, no ha precisado quien comenzó la agresión. Asegura vio a la víctima caer al suelo, pero sin concretar quien le había golpeado. En ese momento todos los hombres que había en la habitación salieron huyendo, por lo que no continuó la agresión con la víctima ya en el suelo.

Asistida por un intérprete, la testigo ha contado por videoconferencia que se centró en auxiliar a la víctima nada más cayó al suelo y que yacía junto a la pata de la mesilla de noche. Ha rechazado que se produjeran golpes o patadas contra el joven por parte del acusado cuando el agredido ya estaba tumbado en el suelo.

Ha añadido que en la habitación había personas gritando, que otras se fueron y que ella se limitó a colocar a la víctima en posición de reanimación, que intentó agarrar la mano del herido, pero que empezó a sangrar por la nariz. "Había fallecido", ha dicho con la voz entrecortada.

La joven ha apuntado que, minutos antes, dos de los chicos que estaban en el apartamento discutían por una cosa "sin importancia", que la pelea fue en aumento porque habían estado bebiendo alcohol y que el grupo de gente estaba en medio de la habitación.

"Todo pasó muy rápido, todo el mundo tenía los brazos levantados. No vi al acusado golpear a la víctima, pero es posible que lo haya hecho sin que yo me haya dado cuenta", ha dicho la testigo. También ha considerado "difícil" saber si el fallecido cayó tras el el empujón recibido y ha comentado que no vio quien lo hizo, y que la víctima no convulsionó cuando ya estaba en el suelo, como indican las acusaciones.

Por su parte, uno de los agentes de la Policía Judicial ha relatado durante el interrogatorio que, de acuerdo con una de las testigos, la víctima "no tuvo oportunidad de defenderse de los golpes", que el primer empujón lo tiró contra la pared y lo dejó medio inconsciente y que, ya en el suelo, el acusado le dio golpeó y le dio puñetazos en la cara y en la garganta. Este agente, que participó en la inspección ocular del lugar de los hechos, ha contado durante el juicio que había restos de sangre del fallecido en una pared de la habitación, en una silla y en una mesilla.

Otro de los agentes que participó en el atestado ha indicado que el fallecido tenía la cara "muy hinchada" y golpes en los pómulos y alrededor de los ojos, unas lesiones que ha tildado de "injustificadas", por lo que ha considerado que hubo ensañamiento cuando el joven ya estaba tendido en el suelo.

Ha explicado que, según los testigos, el encausado dejó desatendida a la víctima y que huyó del apartamento.

También ha añadido que el encausado fue conducido a un centro médico y que no presentaba lesiones aparentes, si bien la defensa ha apuntado que el informe médico recoge lesiones en la mejilla y la ceja izquierda del acusado.