Hacen falta más taxis en verano
Que se sepa, el sector del taxi no es un negocio entre los profesionales y Cort, ya me perdonarán el etnocentrismo palmesano
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"La línea roja" de Matías Vallés (28/06/22)
No quiero presumir de opulento, pero he pedido un taxi.
Repararán en que he dicho que lo he pedido, no que lo haya conseguido.
De hecho, hubiera tenido más suerte si hubiera pedido un jet privado a mi puerta.
Ni siquiera me descolgaban el teléfono, y cuando lo hicieron me pusieron más condiciones que si quisiera embarcarme en un vuelo espacial con Richard Branson.
Me alivia saber que no soy el único ejemplo.
Cuando sube la ola de la indignación, los taxistas señalan con el dedo de culpar al ingeniero de Cort que ha aprobado a 14 de 150 aspirantes a la condición de taxistas.
Buena parte de ellos son familiares de conductores con licencia.
Como decía uno de ellos para denunciar el caso, “a mi sobrino le suspendieron”.
Igual que ocurre con tantos otros servicios, en verano faltan taxis y sobran en invierno.
Sin embargo, nuestra tentación liberal nos impulsa a exigir más licencias, aunque tengan carácter temporal.
Alguien se animará a solicitarlas.
Que se sepa, el sector del taxi no es un negocio entre los profesionales y Cort, ya me perdonarán el etnocentrismo palmesano.
Todo ciudadano que solicita un vehículo de servicio público, a las elevadas tarifas vigentes, debe recibirlo.
Antes incluso que los no residentes, pero hoy no nos meteremos en este jardín.




