Disparos en Palma, la nueva normalidad
Se han congelado las bromas sobre los Pelúos y los Sheriff, que parecen grupos de verbena estival hasta que resuenan los disparos
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"La línea roja" de Matías Vallés (12/07/22)
El titular de portada no puede ser más expresivo, “Enfrentamiento a tiros en Son Oliva”, la barriada palmesana que por primera vez contempla una noche veraniega interrumpida por los disparos.
El tiroteo a un coche de gama alta, porque omitiremos que se trata de un Porsche Cayenne, sorprendería incluso en Son Banya, y no debería ser aceptable en ninguna zona de la ciudad.
Iba a ponerme estupendo para decir que Son Oliva no es el Bronx, pero tampoco en esa barriada neoyorquina hay tiroteos.
En estos tiempos de pandemias de ida y vuelta, los disparos en Palma definen la nueva normalidad.
Antes de que un negociante con inventiva pretenda incorporar los tiroteos motorizados a la gama infinita de atractivos turísticos, deberemos preguntarnos si alguien se está tomando en serio la interacción violenta entre los clanes enfrentados.
Se han congelado las bromas sobre los Pelúos y los Sheriff, que parecen grupos de verbena estival hasta que resuenan los disparos.
En estas situaciones se suele confiar en la policía.
El problema es que la Nacional presenta a juicio a diez independentistas que ni siquiera estaban en el lugar del crimen, y que la Local tiene a altos cargos sometidos a un proceso que dirime si formaban un “grupo criminal”.
Tal vez el tiroteo no sea nuestro principal problema.




