Los emigrantes argelinos delinquen en su país
Si las fronteras no tienen sentido, entonces tampoco lo tiene un país llamado España y mucho menos su delegación del Gobierno
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"La línea roja" de Matías Vallés (14/09/22)
Escucho con suma atención la entrevista a Aina Calvo emitida ayer mismo en Hoy por Hoy Mallorca.
La postura de la delegada del Gobierno le costará numerosos votos al PSOE, pero este problema deben resolverlo los socialistas.
Me preocupa más que Calvo enfatice que los inmigrantes llegados en masa desde Argelia solo llevan a cabo una infracción administrativa.
La salida clandestina del territorio está penalizada en Argelia, por lo que los emigrantes delinquen en su país, que era una nación amiga la última vez que vi de dónde nos llegaba el gas natutral.
En segundo lugar, favorecer la inmigración ilegal es un delito en España, por lo que hay inmigrantes en la cárcel en una medida que debería contar con el apoyo de la delegación del Gobierno.
Si las fronteras no tienen sentido, entonces tampoco lo tiene un país llamado España y mucho menos su delegación del Gobierno.
Sobre todo, la generosa acogida sin presentar un solo papel contrasta con el tratamiento de delincuente que recibe cualquier residente legal que pretenda viajar desde un aeropuerto balear.
Aina Calvo, que es la mejor política con peor suerte que ha tenido Balears, podría reconocer como mínimo que se equivocó al despreciar el problema de la inmigración ilegal en pateras.
La izquierda siempre pierde el poder por los errores propios, nunca ha necesitado de los aciertos ajenos.
