Baleares pierde 3 de cada 10 litros de agua potable por las tuberías
En las Islas se desperdiciaron 30 hectómetros cúbicos de agua, lo equivalente a 12.000 piscinas olímpicas


Palma
Baleares perdió durante el año pasado algo más de 30 hectómetros cúbicos de agua potable, es decir, lo equivalente a la capacidad 12.000 piscinas olímpicas, o dos veces y medio los embalses de Cúber y de Gorg Blau juntos. Unas pérdidas que según los últimos datos de la conselleria de Medio Ambiente rondan el 27 por ciento de media en todos los municipios de las Islas. Campos, Artà y Santa Maria del Camí son los que tienen más fugas, de hecho, por cada 10 litros de agua suministrada por las tuberías, se pierden 6 litros de agua. Precisamente, el Govern quiere reducir estos porcentajes, y para ello ha anunciado este jueves inversión extraordinaria de 20 millones de euros para los consells y los ayuntamientos.
Todos los municipios de las Islas consumieron durante el año pasado algo más de 112 hectómetros cúbicos de agua potable. Sin embargo, solo se llegaron a aprovechar 82 hectómetros cúbicos. Se perdieron durante el trayecto por las tuberías 30 hectómetros cúbicos, es decir, la cantidad suficiente para llenar dos veces y medio los dos embalses de Cúber y de Gorg Blau, juntos.
Según los últimos datos de la conselleria de Medio Ambiente, en 2021 Campos fue el que más fugas presentaba, hasta un 68 por ciento, le sigue Artà, con un 60 por ciento, y Santa Maria del Camí, con un 59 por ciento del agua suministrada. Los que tienen la red de agua potable más saneada son Formentera, con pérdidas de un 7 por ciento, y Sóller y Son Servera con un 13 por ciento.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha anunciado este jueves una inversión de 20 millones de euros por parte del Ejecutivo balear para gestionar las pérdidas de las redes de abastecimiento municipal de agua potable. Armengol ha hecho este anuncio en la rueda de prensa posterior a la quinta Conferencia de Presidentes celebrada este jueves en Palma.
En ese sentido, el conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir, ha querido destacar que se trata de un problema costoso tanto desde un punto de vista monetario como técnico, por lo que habrá una corresponsabilidad por parte de los Consells.




