No es un trabajo para mujeres
Al señalarle Torrecilla su profesión futbolística, el taxista diagnostica que no es un deporte para mujeres
La línea Roja Matías Vallés (17/10/2022)
Palma
Ya conocen la anécdota de Virginia Torrecilla y el taxista, difundida por la futbolista mallorquina en las redes sociales.
Sube al taxi, el conductor le pregunta a qué se dedica y al señalarle Torrecilla su profesión futbolística, el taxista diagnostica que no es un deporte para mujeres.
Hay un movimiento bastante poderoso para sustituir a los periodistas por taxistas, que serían mejores comentaristas de la actualidad.
La vivencia de Torrecilla demuestra que los taxistas tienen los mismos defectos de fábrica y sesgos que los periodistas.
Además, esta experiencia de una de las mejores deportistas españolas me recuerda otra similar.
Una científica se subió a un taxi distinto al de Torrecilla.
El taxista le preguntó amablemente a la investigadora a qué se dedicaba.
La clienta le replicó que trabajaba largas horas en un laboratorio.
El taxista le trasladó de inmediato que la ciencia no es un trabajo para mujeres, y le ofreció una lista de profesiones que creía más adecuadas.
La peripecia de Torrecilla se ha difundido al planeta entero, la conversación discriminatoria de la científica solo la conocemos ustedes y yo.
Lo más grave por tanto es la elevación del fútbol a la condición de medida única de todas las cosas, una advocación religiosa que no han logrado combatir ni los hombres ni las mujeres.