La Guardia Civil cuenta escoltas para garantizar la seguridad aérea en los vuelos “calientes”
España se suma así al Comité Internacional de Agentes de Seguridad en Vuelo
CATI CLADERA (EFE)
La Guardia Civil cuenta con una unidad de escoltas para garantizar la seguridad aérea en los vuelos considerados como “calientes” en los que presentan un riesgo elevado tanto para la aeronave como para la tripulación. España se suma así, lo hacía el pasado mes de junio en la reunión de la OTAN, al Comité Internacional de Agentes de Seguridad en Vuelo.
La unidad se ha presentado este martes durante la reunión del Comité Internacional de Agentes de Seguridad en Vuelo que se celebra en Palma hasta el 20 de octubre, con representantes de Canadá (que ostenta la presidencia), Alemania, Australia, Austria, Holanda, India, Israel, República Checa, Rumanía, Singapur, Suiza y Vietnam.
Son entre dos y hasta cuatro agentes que van de incógnito, como cualquier otro pasajero más, sin uniforme y armados, y sin el conocimiento de la compañía aérea. Se intenta mantener la máxima discreción posible con el fin de evitar cualquier posible amenaza.
Todo se basa en un análisis de riesgos: en función del origen o del destino del avión, si hay un gran evento como por ejemplo un acto deportivo, o porque se prevé que haya una posible amenaza real. Los agentes, que nunca van solos, se suben al avión para evitar un secuestro aéreo.
El director adjunto operativo de la Guardia Civil, Pablo Salas, explica que desde este verano y hasta la fecha ya se han escoltado una veintena de vuelos.
Entre las rutas que contaban con seguridad de la Guardia Civil había vuelos internacionales y también transoceánicos.
Hay que tener en cuenta que los agentes están preparados para poder estabilizar la aeronave en caso de que el piloto esté indispuesto. Un dato curioso, entre los aspirantes de todo el Estado para ocupar este puesto, conocido internacionalmente como “air marshalls” también se encuentra un mallorquín.
