1-2. El Levante sentencia a Baraja, destituido como técnico de la UD Ibiza

Ibiza

Un desnortado Ibiza ha caído ante el Levante, encadena tres derrotas consecutivas y necesita con urgencia un revulsivo para no caer en un pozo más profundo. Jugando en superioridad todo el segundo tiempo el equipo celeste ha sido claramente inferior a un rival que jugaba con diez, pero parecía tener doce futbolistas sobre el césped del Palladium Can Misses. El pitido final ha dejado una imagen inédita desde el ascenso a Segunda División, pitada generalizada por el mal partido y como siempre hay que buscar culpables el blanco del enfado del respetable es el entrenador, Javier Baraja, al que la afición nunca ha visto con capacidad para llevar el timón del barco ibicenco. Una hora después del choque se hacía oficial la destitución de Baraja. En un breve comunicado agradece al ya extécnico el esfuerzo y trabajo realizado.

El problema del equipo ibicenco ya no es de sistema, es que no sabe a que juega, no hay un modelo, ni un estilo y para colmo incurre un partido detrás de otro en fallos clamorosos, individuales y colectivos, en momentos puntuales que cuestan goles. El drama es que cuando se encaja el primer golpe, cae a la lona como un boxeador noqueado y no tiene capacidad para levantarse. Así que se busca un revulsivo en el banquillo para intentar reconducir la situación.

Baraja tiró de veteranía en el once inicial, porque cuando vienen mal dadas parece el remedio adecuado. Coke en el lateral derecho, Gálvez en el centro de la zaga, Diop como ancla en la medular y además recuperaba a dos futbolistas importantes como Appin y Herrera. Nolito era el enganche y Ekain la referencia en ataque.

Y lo cierto es que en el primer tramo de partido el equipo estuvo a buen nivel ante un adversario de tronío con jugadores desequilibrantes. El Ibiza jugaba con intensidad, juntando líneas, presionaba bien y evitaba que el Levante llegara a la portería de Fuzzato. Buscaban los de Baraja sorprender a la defensa visitante con la habilidad de Nolito para filtrar pases, el juego entre líneas de Herrera y el trabajo incansable de Ekain bajando balones. Aunque no salieron las primeras triangulaciones, pronto tuvo premio ese mejor posicionamiento con un balón que bajo Ekain, buscó la profundidad de Nolito y este centró atrás para la el remate de Herrera que golpeó en un defensa y descolocaba al portero Cárdenas. Solo se habían jugado 16 minutos y los celestes se ponían por delante.

El Ibiza reaccionó como lo que es, un señor equipo para esta categoría, Montiel por la derecha, De Frutos, un jugadorazo, por la izquierda, corría también la banda el lateral Alex Muñoz y el partido empezó a jugarse en el campo local con un bombardeo de centros y saques de esquina que no encontraban rematador. Pero el conjunto de Javi Calleja, que se estrenaba en el banquillo fue acrecentando su dominio y Brugué primero y Montiel después tuvieron el empate que evitó Fuzato. El Ibiza esperaba el descanso apretando los dientes cuando el centrocampista visitante Pablo Martínez cazó a Ekain con una dura entrada en la medular y vio la roja directa, Por detrás en el marcador y con uno menos parecía todo cuesta arriba para los azulgranas, pero el Ibiza se ha especializado en lo que llevamos de temporada en dar una vida extra. Un error de Escobar, que ha tenido una noche desastrosa lo aprovecho Montiel y completo la acción De Frutos con una excelente maniobra dentro del área driblando defensas y poniendo el balón lejos del alcance del portero ibicenco. Un mazazo en el tiempo de descuento que acabó siendo clave para el desarrollo del partido.

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Porque el segundo tiempo local fue un desastre en todos los aspectos del juego. Tuvo una doble ocasión el Ibiza nada más comenzar el segundo tiempo con un disparo de Nolito que rechazó Cárdenas y un segundoremate de Herrera que se fue a las nubes cuando estaba en buena posición. Pero el Levante estaba mejor plantado y se adueñó de la pelota. Una fata en el medio campo botada por Montiel la cabeceó a la red Bouldini anticipándose a los centrales, tibio una vez más en las marcas. Los goles encajados a balón parado son un drama. A partir de aquí un ejercicio de quiero y no puedo, con futbolistas muy desacertados, sobre todo Escobar que no apretaba en defensa y errava una y otra vez en los pases. Baraja buscó más verticalidad con Suleiman, pero el joven extremo ha perdido su duende y pasa de puntillas por los partidos y después con un triple cambio con la entrada de Castel, Darío y Azeez.

Sin embargo el Levante nunca se vio apurado, aunque en los minutos finales dio un paso atrás y el Ibiza buscó el fútbol directo con centros a la olla que nunca encontraron rematador. Con esa sensación de impotencia acabó el choque. Con la bronca de los aficionados y con la sensación, confirmada después a través de un comunicado, en el Municipal de El Plantío, en Burgos, el próximo fin de semana, habrá un nuevo inquilino en el banquillo celeste.