Con la Navidad no se juega
La covid de 2020 y 2021 aportó la gran excusa para dinamitar la Navidad en Balears.
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La línea Roja Matías Vallés (24/10/22)
Palma
Habrá que volver a recordar que las Navidades no forman parte únicamente del patrimonio religioso.
Las fiestas amontonadas a finales de año son una forma de fijar el calendario, y de enlazar a una sociedad cada vez más desperdigada.
Un falso progresismo atacó las Navidades antes de la pandemia, con la táctica de los empujoncitos disuasores con argumentos peregrinos.
La covid de 2020 y 2021 aportó la gran excusa para dinamitar la Navidad en Balears.
Por desgracia para los políticos, muchos votantes baleares no han olvidado que las islas padecieron las Navidades más restrictivas de todo el planeta.
Los toques de queda a las diez de la noche en Nochebuena y Nochevieja no tenían equivalente en ninguna otra geografía.
Empiezan a acumularse las zancadillas a la Navidad, demasiadas para hablar de coincidencias.
Este año, los censores de la Navidad la atacan con la excusa del cambio climático, de las restricciones energéticas y de la guerra de Ucrania.
Es decir, se enarbolan contra la Navidad los problemas que hacen más urgente su celebración fraternal.
Ya saben que nunca hemos empleado la demagogia de los coches oficiales, pero nos empiezan a sobrar las tentaciones.
Porque con la Navidad no se juega.
