El Ondas gana un Francino
Rebosa ecuanimidad con una sola excepción, que se llama Barça
La Línea Roja Matías Vallés (28/10/22)
Palma
En ningún caso quiero relativizar los premios más acreditados del panorama audiovisual, pero cuando el Ondas premia a Francino, la noticia es Francino.
El director de La Ventana ha establecido una conexiön emocional con la audiencia, una identificación que consigue que le quieran y sobre todo que le escuchen, un doble milagro que le abruma desde que lo descubrió.
Llevo 17 años trabajando con y para Francino, la larga duración de la relación descarta la adulación.
En dos décadas he observado lo siguiente:
Empieza todas las preguntas con un “Puedo estar equivocado”, lo pronuncie o no.
Siempre está de tu lado, incluso cuando discrepa o sobre todo cuando discrepa.
Rebosa ecuanimidad con una sola excepción, que se llama Barça.
Un día se hartó de la política, y fue un mejor Francino.
Siempre fue una opción valiosa, la covid lo elevó a imprescindible como reconoce sabiamente el jurado del Ondas.
Las lágrimas al regresar de su enfermedad son la última catarsis colectiva que ha recibido España.
Ha conseguido ser él mismo en el imperio del disfraz.
Su secreto no consiste en preparar el programa igual que el primer día, sino mejor que el primer día.
Y no olviden un ritmo frenético disfrazado de calma mediterránea.
Si siguen ustedes estas pautas, es muy posible que ni aun así se acerquen al misterioso vínculo de Francino con su audiencia.
Por tanto, el Ondas gana un Francino, han sabido elegir.