La odisea que supone cambiar de tarifa de luz o gas desespera a los consumidores
El trámite para gestionar el alta de un nuevo cliente no encuentra las mismas trabas que el que quiere cambiar su tarifa
Palma
"Todos nuestros agentes están ocupados, en breves momentos le atenderemos". Para cambiar a una tarifa de luz o de gas regulada hay que armarse de paciencia. Es prácticamente imposible que nos atienda una persona y en la mayoría de veces nos remiten a una página web para rellenar un formulario. Y es que las cuatro compañías comercializadoras de último recurso están saturadas. Son muchos los ciudadanos que han comprobado que con estas tarifas reguladas se puede disminuir la factura tanto de gas como de electricidad.
Lo curioso, según apunta Alfonso Rodríguez, de CONSUBAL, es que no hay ningún problema y la atención es inmediata para realizar un nuevo contrato con la tarifa libre o para cambiarse de compañía. Y es que los comerciales no obtienen un beneficio por cada contrato realizado si se trata de la Tarifa de Último Recurso.
Hay que tener en cuenta que en el caso del gas natural, según el último informe de FACUA, la factura puede llegar a ser hasta tres veces más cara para los usuarios con tarifas del mercado libre frente a los que tienen contratadas la que está regulada por el Gobierno central.
Entre las recomendaciones que lanzan desde CONSUBAL es, además de seguir insistiendo en llamar a cualquiera de estas compañías hasta que nos atiendan, acudir directamente a una de las oficinas para cambiar la tarifa a una regulada por el Gobierno. Otro consejo a tener en cuenta: leer siempre la letra pequeña del contrato que nos ofrecen. En la mayoría de veces detrás de los descuentos promocionales que nos anuncian nos incluyen seguros y mensualidades añadidas que rondan entre los 10 y 20 euros.