Ayuda rechazada, voto perdido
Curiosa situación, la de una comunidad donde la riqueza crea pobreza.
La línea Roja Matías Vallés (09/11/2022)
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Palma
Buenos días. El eslogan del PSOE para las elecciones del año próximo es “clases medias y trabajadoras”.
Sánchez repitió diez veces esta expresión a Àngels Barceló, en la entrevista de apertura de curso.
El eslogan es especialmente necesario en Balears, donde el empleo crece a la misma velocidad que las tribulaciones económicas.
Curiosa situación, la de una comunidad donde la riqueza crea pobreza.
Para aliviar esa paradoja, el Govern y el Consell se desviven en ayudas.
Su objetivo noble y lícito es lograr el voto de los ciudadanos, dejemos al PP la demagogia del electoralismo ajeno para no ver la viga en el propio.
No se requiere demasiado esfuerzo para demostrar que un ciudadano que ha recibido una de las decenas de ayudas programadas, muestra una predisposición a votar al partido que la concede.
Sin embargo, se olvida que muchas solicitudes son rechazadas, en buena parte por errores formales.
Tampoco se nos obligará a demostrar que un votante al que se le niega una bonificación, sentirá una lógica propensión a devolver en las urnas el castigo que ha recibido.
De ahí la inteligencia de que las nuevas ayudas del Govern para desempleados sean otorgadas sin mediar solicitud.
Y pagadas sobre todo antes de que se abran los colegios electorales.