2-1. A la UD Ibiza todo le sale cruz

Ibiza

La UD Ibiza tampoco ha podido sumar en el debut de Lucas Alcaraz en el banquillo del conjunto ibicenco. Nada sale nada bien y además tienen de espaldas a la diosa fortuna, que ha deparado un epílogo cruel. Se ha puesto por delante la UD en el primer tiempo y cuando tenía al menos un punto en el bolsillo, el Real Zaragoza ha logrado el gol del triunfo en los últimos compases del encuentro, en otra de esas jugadas en las que ha faltado contundencia para sacar la pelota.

Son ya diez jornadas seguidas sin ganar, por un factor u otro, no hay manera de encontrar el camino de la victoria. En la Romareda, en una tarde fría se ha visto a un equipo mejor colocado por momentos, sin tanta distancia en las líneas, aunque con las mismas carencias de siempre en las dos áreas. Es tiempo de echar mano del optimismo antropológico para agarrarse a un clavo ardiendo y pensar que esto va a cambiar de dinámica y sobre todo de resultados.

Había curiosidad por ver el primer once inicial de Alcaraz, aunque las bajas por lesión o sanción, con una ausencia más de última hora, Herrera, eliminaban parte del misterio. Los tres centrales disponibles, Marín, Juan Ibiza y Álvaro arrancaban el choque, aunque este último para jugar de lateral colocando a Javi Vázquez en una posición más avanzada. Se mantenía la bisagra de la medular, Ruiz-Azeez, así que las novedades llegaban en ataque con la presencia de Suleiman y Darío.

De salida el Zaragoza arrolló al Ibiza. En el primer minuto, Giuliano Simeone, con su padre viéndolo en acción en la grada, desarboló a Martín por un banda y su centro en boca de gol lo despejó de forma milagrosa Azeez. Durante cinco minutos el balón no salió del área ibicenca, con cuatro saques de esquina lanzados y con los jugadores visitantes incapaces de dar dos pases seguidos, fallando hasta los despejes que iban al pie del equipo rival.

Pero esto del fútbol no entiende lógica y la UD, que no había pasado del medio campo, estuvo a punto de ponerse por delante a los seis minutos de juego, después en un error en la entrega de los centrales locales, robó el balón Darío y se adentró en el área para centrar de manera inocente, y un defensa del Zaragoza puso la pierna antes de que el esférico llegara a Ekain que estaba solo para empujar el balón a la red. En el saque de esquina posterior, Coke, que se está especializando en rematar estos lanzamiento cabeceó alto con todo a su favor.

A partir de esa acción retomaron la iniciativa los maños, aunque su control y dominio absoluto del balón moría también en la orilla. El Zaragoza es un grande en historia del fútbol español, pero su presente no induce a pensar que está en camino del retorno a Primera División. Más allá de un disparo desde fuera del área de Francho, con buena respuesta de Fuzzato, la posesión zaragozista era insulsa , sus atacantes, Mollejo y Giuliano, escogían siempre la peor opción y los que llegaban de segunda línea tampoco acertaban en los metros decisivos.

La zaga visitante que empezó como un flan, sobre todo Martín, fue ganando seguridad, bien en el juego aéreo en los centros lateralez zaragocistas, aunque a los ibicencos la pelota les duraba un suspiro, porque no tenía medio campo. jugadores como Azeez, que vio muy pronto una amarilla, eran incapaces de dar un pase en condiciones. Solo Isma Ruiz intentaba poner un poco de orden y Coke tiraba de experiencia y aplomo en su banda.

Suleiman no tenía opciones de encarar para explotar su velocidad y en la única acción que pudo mostrarla fue objeto de un penalti, que no vieron ni el colgiado ni el VAR, aunque en el inicio de la jugada pareció arrancar en fuera de juego. Así que todas las esperanzas ibicencas pasaban por un pelotazo arriba que pudiera cazar Darío y sobre todo Ekain, con la habilidad del vasco de bajar al suelo un melón que vuela.

Y en una de esas acciones,Ekain controlo en posición de extremo izquierdo y forzó un saque de esquina. Lanzó Javi Vazquez y tras un mal primer despeje del central Jair, Martín prolongó de cabeza y Juan Ibiza se elevó más que los defensores locales para mandar el balón a la red. Por fin una jugada a balón parado con final feliz. Caras de incredulidad en las grada en una tarde muy fría. El Ibiza había tenido un 20% de posesión, y se ponía por delante. Y dio un susto más la UD en otro balón que cazó Ekain esta vez en la banda derecha y a su centro no llegó Darío, al que le faltó convicción para atacar la pelota.

En los últimos minutos del primer tiempo, más de lo mismo, dominio local sin hacer cosquillas a un Ibiza mejor plantado en su campo, que llegó al descanso sin verse exigido en su área.

A pesar de la ventaja Alcaraz vio claro que debía ganar presencia en lamedular y quitó a Azeez, una rémora esta tarde, para dar entrada a Appin. Los ibicencos salieron enchufados tras el descanso con un par de ocasiones de Suleiman y sobre todo de Martín que no supo definir y que podía haber cambiado la historia del encuentro, otra vez las musas que no aparecen. En esa fase el Zaragoza quería, pero no sabía, mientras el técnico ibicenco cambiaba de nueve dando entrada a Castel por Poveda.

Y al igual que habían hecho los ibicencos en el primer tiempo, la estrategia metió de nuevo al Zaragoza en el partido, en un saque de esquina que remató con poderío Jair poniendo las tablas en el choque en el minuto 68. Mucho tiempo para intentar mantener al menos un punto. Y lo cierto es que dominó el conjunto maño, pero con la misma falta de ideas que en el primer tiempo y el Ibiza tampoco tuvo presencia en ataque más allá de una acción sin acierto de Appin

Así que con el tiempo cumplido en otra intentona local, Bermejo disparó desde fuera del área, rechazó Fuzzato, la defensa ibicencia exhibió la inocencia de otros partidos y la jugada siguió con un centro de Valderrama que mandó a la red Bermejo. En el inicio del había un par de atacantes en fuera de juego, pero que no intervenían en la jugada.

No hubo tiempo para más, se consumó otra derrota y es tiempo de echar mano de la fe y de que alguna vez la suerte cambie. Pero, sobre todo, lo que debe cambiar y mejorar es el juego y el saber estar en el campo en todo momento del equipo.