1-1. La UD Ibiza no sabe ganar y solo se aferra a las matemáticas

Ibiza

Otra oportunidad perdida para la UD Ibiza que ha acabado empatando en el Palladium Can Misses y ve como pasan las jornadas y la permanencia está cada vez más lejos. Estaba obligado a ganar este domingo en un encuentro que que era poco menos que un todo o nada para el conjunto celeste en su intento de recortar la desventaja en puntos con otros equipos que luchan por la permanencia, (derrotas del Lugo y del Málaga) y enfrente un rival directo, la Ponferradina. Y lo cierto, es que hizo méritos durante el primer tiempo para llevarse el triunfo y marcharse al descanso con un renta más amplia, después de que Ekain pusiera por delante a los ibicencos a los once minutos. Pero todo lo bueno visto en 45 minutos volvió a ser un desbarajuste general, un despropósito, un juego infumable durante buena parte del segundo tiempo, incluido el regalo de todas las jornadas en defensa que acaba en gol encajado.

En el juego de los despropósitos, no podía faltar el protagonismo del VAR, porque la tecnología en el fútbol deja episodios casi cómicos como el que se ha vivido en el minuto 50. Una jugada en la que el Ibiza reclama penalti por unas manos del defensa Pascanu en el área visitante acaba con una contra del la Ponfe culminada por Edu Espiau con un cabeza que ponía las tablas en el marcador. Aviso por el pinganillo al colegiado, García Verdura, para que revisara la acción desde el principio y la decisión final tras ver una y otra vez la jugada fue la de pitar fuera de juego de un delantero celeste en el inicio de todo. Ni pena máxima para la UD ni gol de la Ponferradina. Si el protocolo dice que así se arbitra correctamente habrá que cambiarlo porque es una norma ridícula .

La UD jugó una buena primera parte. Alcaraz había recuperado a Appin y Herrera en el once inicial y colocaba a Javi Vázquez en el lateral zurdo para intentar tapar la hemorragia de las últimas jornadas en esa banda con la presencia de Escobar. Los celestes entraron mejor en el partido. La pareja de medio centros, Diop y Appin se adueñaban de la parcela central y cortaban juego y el equipo tenía desborde por fuera con Joseda muy activo convertido en un extremo más y que fue el jugador más destacado del equipo ibicenco y Suleiman dando la noche a su marcador, Paris Abot, con su velocidad por el otro costado.

A los dos minutos ya lo probó de chilena Grillo en un saque de esquina. Fruto del empuje local llegó el gol, en una buena maniobra de Herrera que filtró un pase a Joseda que centró raso y Ekian, en posición correcta ponía la puntera para rematar y superar al portero Amir que no estuvo muy fino en la acción. El tanto a los 11 minutos dio tranquilidad y seguían las llegadas y centros al área con un bombardeo de saques de esquina, siempre rematados aunque con escasa puntería. Atrás el equipo no sufría porque los laterales estaban firmes y los centrales se imponían a los delanteros de la Ponfe que avisó solo con dos remates de fuera del área que no encontraron portería. Bogusz pudo ampliar renta tras otra asistencia de Herrera, pero quiso picar por encima del portero visitantes que había salido de su área y Amir rechazó con el pecho evitando el dos cero.

Seguía llegando el conjunto de Alcaraz con centros al área, y con disparos de Bogusz desde la frontal, pero faltó precisión y contundencia para aprovechar esas llegadas . Al descanso el marcador se antojaba corto y se aventuraba que habría reacción de la Ponfe. Nada más comenzar el segundo tiempo, Bogusz tuvo otra buena ocasión pero su remate desde la frontal fue tapado por la defensa visitante a córner.

Sin embargo, la dinámica del choque era otra, a Diop se le acabó la gasolina, el equipo perdió el control y llegó enseguida el empate visitante que luego anuló el VAR. Daba igual, Alcaraz no esperó esta vez a hacer cambios viendo a su equipo perdido el campo y que la Ponferradina llegaba cada vez con más claridad al área ibicenca. Metió a Serrano en la medular y a Kaxe como nueve buscando el juego más directo. No sirvió de nada porque el equipo estaba perdido. Fuzato estuvo salvador en un disparo de Edu Medina, pero a los 68 minutos no se entendieron los dos centrales de la UD a la hora de despejar el balón y el regalo lo aprovechó Espiau, que batió a placer al portero ibicenco.

El técnico de la UD seguía moviendo el banquillo dando entrada a Nolito, a Alarcón y a Julis, pero la empanada seguía siendo considerable. Ni una sola llegada con criterio, ni una oportunidad de gol. El fútbol no puede limitarse a darle patadas al balón.

La Ponferradina pudo hacer más daño si hubiera tenido más precisión en las contras. Se llegó al final con empate que deja al Ibiza cada vez más hundido en la tabla y aferrándose a las matemáticas porque quedan 45 puntos en juego.