USCA rechaza la privatización de la torre de Palma porque "empeorará las condiciones laborales" de los controladores
Advierten de que al exprimir los servicios permitidos a los controladores aumenta la fatiga lo que creen que supone "un riesgo potencial para la seguridad aérea"
Palma
La Unión Sindical de Controladores Aéreos rechaza la privatización de la torre de control del aeropuerto de Palma que prepara el Ministerio de Transportes. USCA advierte de una merma de los derechos laborales de los controladores, de un empeoramiento de sus condiciones y avisa: al exprimir los servicios permitidos a los controladores aumenta la fatiga y es un riesgo potencial para la seguridad aérea.
La portavoz de USCA en Baleares, Beatriz González, afirma que los rechazan la privatización de la torre de control de Palma, una de las más grandes del estado que cuenta con 52 trabajadores. Consideran que la privatización, como ha ocurrido en otras torres como la de Ibiza donde los trabajadores están en huelga por las malas condiciones de trabajo, sólo trae un empeoramiento de la situación laboral de los empleados. Las contratas privadas, dice, exprimen al máximo el número de servicios de los controladores provocando situaciones de fatiga que, a la larga, pueden poner en riesgo la seguridad aérea.
González desecha los argumentos del Gobierno para llevar a cabo la privatización. Asegura que los beneficios que el Gobierno dice que traerá la privatización a los pasajeros y que se traduciría en una rebaja del coste de los billetes, no se ha dado en casos como el de Ibiza. Cree González que se perdería la expediencia de muchos de los más veteranos, como ocurrió en el proceso de privatización de torres de 2012, donde muchos controladores rechazaron quedarse en la empresa privada por el empeoramiento de sus condiciones de trabajo. En España hay actualmente alrededor de una quincena de torres de control que han pasado a manos de empresas privadas.