2-2. La UD Ibiza juega para ganar, pero tropieza con la misma piedra

Ibiza

La UD Ibiza ha merecido los tres puntos ante el Huesca en el choque disputado en el Palladium-Can Misses. Ha sido el claro dominador del choque, ha generado ocasiones de gol, pero el resultado final explica de nuevo porque el conjunto celeste tiene pie y medio en Primera RFEF. No hay jornada sin fallos puntuales imperdonables en el fútbol profesional en la zona defensiva y tampoco sobra la puntería en área rival. Y sin contundencia en las dos áreas no hay supervivencia en la Liga Smartbank.

Los aficionados que han acudido en buen número al campo, dada la situación en la tabla, han abandonado el estadio con la sensación de que se podían poner pocos peros al equipo, que jugando así toda la temporada, no se estaría con el agua al cuello, que en el fútbol casi nunca hay justicia. Hay días que no ganas y sin embargo, no te vas con una sensación amarga.

Obligado por las bajas en defensa, el técnico celeste, Lucas Alcaraz, ha optado de inicio por Juan Ibiza en el centro de la zaga y ha apostado por Serrano como pareja de Diop en la medular y por Coke, que volvía mucho tiempo después a la titularidad como extremo derecho. Han sido las novedades en el once inicial de un equipo que ha salido mejor que el Huesca. Bien la pareja de medio centros robando, mucho juego por banda derecha por donde llegaban hasta la línea de fondo para centrar una y otra vez Coke y Joseda, lo intentaba también Suleiman con su velocidad por el otro costado. Faltaba esa precisión que no se ha conseguido en toda la temporada en los centros laterales.

En cualquier caso, el Ibiza se puso pronto en ventaja en un saque de esquina que remató con la cadera al poste Coke y el rechace le cayó de nuevo para empujarla al fondo de la portería en una acción muy mal defendida por el conjunto visitante. Solo se habían jugado 18 minutos y el gol no cambió nada. El Huesca seguía sin meterle mano al partido más allá de algún destello de Gerard Valentín y de Joaquín. La defensa del Ibiza no sufría, el balón merodeaba el área oscense y Diop volvió a probarlo desde fuera del área como en Vitoria, pero esta vez se topó con el portero visitante.

Parecía que todo estaba bajo control hasta que en la recta final del primer tiempo se juntaron las genialidades de Joaquín y los fallos infantiles de los locales. Primero en una transición que nadie paró en el medio campo, expuso a un central, que salió de zona y se vendió demasiado pronto, y la conducción de Joaquín la remató Obeng al fondo de la red. Primer mazazo, que se agravó antes del descanso en otra jugada con deficiente repliegue, falta de contundencia en el lateral izquierdo, y pase a un defensa del Huesca, Ratiu, que llegaba solo para volver a batir a Fuzato. El Ibiza había sido mejor y al Huesca le bastaron dos zarpazos para darte la vuelta al choque.

Pero esta vez el Ibiza no se vino abajo, Tras el descanso, Alcaraz quitó a Javi Vázquez para dar entrada a Escobar, los agujeros en el lateral zurdo no se acaban nunca. Nada más reanudarse el choque, Ekain mandó un balón a las nubes en un disparo franco desde fuera del área. El Ibiza salió enrabietado, ganaba todos los balones divididos, se adueñó de la zona ancha y buscó la portería rival. Coke remató otro córner y la pelota se le fue arriba por un dedo.

Del Huesca no había noticias y el Ibiza acumulaba llegadas. El técnico ibicenco agitó más a su equipo con la entrada de Morante para tener mejor circulación y de Nolito para romper entre líneas. Y lo que llegó fue una gran maniobra de Ekain que aprovechó Herrera para batir a Andrés Fernández y poner las tablas en el marcador. No se conformó el Ibiza que puso cerco al marco del Huesca, Morante distribuía, Suleiman encaraba, Ekain jugando entre líneas desordenaba la defensa y el Ibiza empezó a encadenar ocasiones. Diop y Herrera no afinaron sus remates, Ekain si lo hizo desde la frontal con buena respuesta del portero del Huesca. El mismo delantero gambeteó por la línea de fondo y se topó con el poste y Morante empalmó desde la frontal otra vez un palmo por encima del larguero.

Así se desarrollaba el juego con el uy en la grada, pero no llegó el tanto salvador. Nolito se tenía que ir del choque con un pinchazo, entró Kaxe buscando aprovechar su altura en algún centro. Appin que había sustituido a un Diop fundido también lo probó desde fuera sin puntería.

El Huesca achicaba agua como podía y solo en los compases finales se acercó al marco de Fuzato a balón parado, sin generar peligro. El Ibiza lo intentó hasta el final y lo mereció, pero este año está peleado con el triunfo, incluso en los días en los que que lo merece.