Cerca de 200 personas en Mallorca no tienen hogar y, a pesar de la borrasca Juliette, la mayoría han dormido en la calle
El IMAS ha activado el protocolo de emergencia especial y ha ampliado el número de plazas en sus centros
El albergue municipal y dos hostales serán el refugio de los sintecho hasta que amaine el temporal / Getty Images
Palma
Cerca de 200 personas en Mallorca no tienen hogar, según datos del IMAS. Y esta noche, a pesar, de la borrasca Juliette, la mayoría han dormido en la calle. Pese a que el IMAS ha activado el protocolo de emergencia especial y ha ampliado el número de plazas, en sus centros de acogida, de forma excepcional y ha liberado 18 camas. Según explican, esto se debe a que la mayoría de la gente sin techo tiene una falsa sensación de libertad al permanecer en la calle.
El jefe del Servicio de Inclusión Social del IMAS, Sebastià Cerdà, asegura que todos los centros e instalaciones, actualmente, están llenos. Sin embargo, las condiciones de estas instalaciones no son las óptimas. Según explica Cerdà hay habitaciones en las que duermen hasta 18 personas. En este sentido, asegura que desde el IMAS tienen dificultades para encontrar edificios para garantizar unas mínimas condiciones de vida.
Cerdà explica que a la hora de encontrar y mejorar estos refugios se encuentran con dos problemas. El primero es que a pesar de que intentan comprar los espacios, no encuentran edificios que tengan unas mínimas garantías para poder ser habitados. Y el segundo es el problema de convivencia que se da con los vecinos. Cerdà habla de una doble discriminación.
El jefe del Servicio de Inclusión Social del IMAS explica que actualmente trabajan con dos métodos. El primero, el método a escala fomenta que el usuario gane una serie de elementos para recuperarse y llegar a una futura inserción social. Aunque, Cerdà asegura que este modelo tiene deficiencias. El segundo es el método housing que tiene como objetivo la inserción directa. De esta forma, los usuarios pasan de estar en la calle o el refugio a un piso.
Actualmente, en Mallorca hay 100 pisos repartidos entre Palma, Inca y Manacor. Cerdà asegura que los resultados son buenos. Dice que esta es la forma más rápida para que las personas sin hogar se vuelvan a insertar en la sociedad.
