Tratar las adicciones desde la perspectiva de género
El 21% de los usuarios de Proyecto Hombre son mujeres, con adicciones al alcohol y los fármacos. Desde la entidad afirman que son más reticentes a pedir ayuda.
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Entrevista con Mónica, usuaria de Proyecto Hombre
Palma
Terapia con perspectiva de género para afrontar las adicciones. Daos de cada diez usuarios de Proyecto Hombre son mujeres, principalmente con problemas de adicción al alcohol y la cocaína. Ellas tardan mucho más en pedir ayuda, les cuesta más desprenderse del rol de cuidadora, madre, esposa o trabajadora. Por eso, la entidad ofrece ayuda siempre desde la perspectiva de género.
La terapeuta de la entidad, Gloria Díaz, explica que el 21% de los usuarios de los programas de Proyecto Hombre son mujeres. Son reacias a pedir ayuda, dice, porque tienen reticencias a abandonar su rol. Algo que les hacen entender allí es la necesidad de dedicarse tiempo a ellas mismas, de cuidarse. Aprenden a tratar y gestionar el sentimiento de culpa, que es el mayoritario en ellas frente a los hombres, que principalmente tienen un sentimiento de vergüenza.
El consumo de las sustancias también es diferente. Mientras en los hombres predomina la adicción a la cocaína, una droga más social, entre las mujeres es el alcohol, que en muchas ocasiones terminan consumiendo en soledad.
Mónica Solheim es usuaria de Proyecto Hombre desde septiembre. Hace cuatro años le ocurrieron episodios personales que, dice, no supo gestionar. Fue una época de muchos cambios profesionales que le llevaron a beber cada vez más. Fueron su pareja y el resto de su familia los que le hicieron ver que tenía un problema y acudir a Proyecto Hombre.
Solheim explica que para ella el alcohol era un refugio para huir de los problemas. En la terapia les enseñan herramientas para intentar evitar las recaídas, uno de sus mayores miedos. Solheim recayó hace tres meses, pero con la terapia está segura de que podrá superar su adicción.
