Tres de cada diez baleares sufren para afrontar los gastos de vivienda

Palma

Tres de cada diez baleares tienen dificultades para afrontar el pago de los gastos de la vivienda. Es lo que sostiene un informe del Grupo Mutua Propietarios, que muestra que los propios afectados apuntan al consumo energético, pago de la hipoteca o alquiler y los arreglos o mejoras en la propia vivienda, en este orden.

Son cifras que corroboran en la Xarxa per la Inclusió Social de Baleares, en la que su director, Andreu Grimalt, ha apuntado que eso está derivando en retrasos, o, directamente, impagos, de las mensualidades de la hipoteca o alquiler; además de las facturas mensuales. "Si ya llegaban a final de mes con dificultades, pasándolo muy mal, ahora con la inflación se están viendo muy apuradas", ha concretado.

Ese aumento de las necesidades ha llegado a su punto álgido durante este invierno, contando con un IPC superior al de este verano, con una cesta de la compra más cara y, muchos de ellos, sin empleo al estar la actividad turística bajo mínimos. "Ha habido un incremento al bajar la actividad económica. Se confía en la temporada que habrá, pero con los salarios que se pagan, muchos siguen necesitando ayuda para subsitir", ha indicado.

En Cruz Roja Baleares explican que se agolpan las necesidades tras la pandemia con la situación inflacionista de hoy. Con un presupuesto para dos años, 2021 y 2022, se han otorgado ayudas al pago de luz y de gas superior casi en un 200% a las de 2019. Ana Espinosa, responsable del Área de Extrema Vulnerabilidad, ha explicado que se están ampliando durante este año a facturas de agua y cursos o talleres para aconsejar sobre el ahorro energético, además de determinadas acciones para segmentos más concretos.

Del mencionado estudio se desprende también que hay instaurado un clima de pesimismo, ya que el 94% de los baleares consideran que los gastos de vivienda; especialmente, la hipoteca, continuarán subiendo durante 2023. Y lo que en un principio es pesimismo, puede convertirse en desesperanza y desembocar en problemas de salud mental.

"Muchas veces la mejoría es transitoria, pero no tienen capacidad de ahorro y lo que antes era llegar a final de mes, ahora es para muchos ver si se llega al final del día", ha lamentado Espinosa. "Con la pandemia empezó a cambiar el perfil de quienes solicitaban ayuda, familias normalizadas, con sus empleos, pero que se vieron obligadas, y lo hacían con pudor, tomándoselo casi como un fracaso personal, y no es así", ha explicado Grimalt, quien ha añadido que "muchas de estas personas están ya con problemas de salud mental, afrontando una situación límite".