La pesadilla inmobiliaria de los maestros y médicos mallorquines en Formentera
Con la llegada del mes de junio decenas de profesores y algunos sanitarios se ven obligados a abandonar sus viviendas porque los propietarios quieren alquilarlas a turistas por semanas
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Entrevista a Joana Maria Màs, médica mallorquina en Formentera
Palma
Médicos y profesores mallorquines desplazados a Formentera denuncian las dificultades que el alquiler turístico provoca en el mercado de la vivienda habitual. La llegada del mes de junio implica la expulsión de su casa porque los propietarios las alquilan a visitantes. En esta situación se encuentra una veintena de maestros mallorquines, que dependerán de la solidaridad de sus compañeros para tener un lugar en el que dormir en el mes de junio.
Alex Julià tiene 23 años y su denuncia se ha hecho viral. Paga 600 euros por un estudio que tendrá que dejar en el mes de junio porque su casero lo alquila en temporada. No es un caso único, es algo que ocurre año tras año con los profesores que se trasladan desde Mallorca a la pequeña de las Pitiusas. Allí pueden sumar puntos para, a la larga, encontrar una plaza en Mallorca, la isla que tiene una mayor demanda.
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Entrevista a Álex Julià, profesor mallorquín en Formentera
Julià y otros maestros han reclamado al Consell de Formentera y a la Conselleria de Educación que habilite la Casa de Colonias que se suele poner a disposición de los profesores en septiembre, cuando también es habitual que se encuentren sin vivienda. Sin embargo, la Casa está reservada para los grupos de aprendizaje de Ibiza y la pueden habilitar. Julià habla de un problema de gestión pública.
Juana María Más es médica. Hace un año se trasladó a trabajar a Formentera para suplir la jubilación de un doctor. Tras 25 años en el hospital de Manacor, ha mejorado su situación laboral, pero empeorado a nivel personal. En un año ha tenido que cambiar tres veces de vivienda. Ahora paga alrededor de 1.100 euros en una casa en la que tiene independencia, pero comparte gastos con otros inquilinos.
Más lamenta que el personal se ve obligado a compartir vivienda con hasta cuatro personas. Las dificultades del mercado de la vivienda, dice Más, provocan la falta de profesionales en el hospital de Formentera como un internista o un ginecólogo.
