José Soria, 'el de los camellos': "Ahora recogemos todo en 2 horas. Mi padre, a veces, la primera noche armaba una chabola porque para la caseta tardaba un día entero"
Conocemos las vidas de Juliana, José, Belén y Bernat, algunos feriantes de la Fira del Ram
Fira del Ram
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Cae la noche, y Son Fusteret se despierta. Sin duda, cuándo la luz del sol desaparece es el momento en qué la Fira del Ram luce más. Una fiesta lumínica. Los colores: azul, morado, naranja, rojo se entremezclan con el humo de las atracciones. Gente de un lado a otro, hablan pero sobre todo ríen. Ríen a carcajadas. Las canciones del momento suenan a todo trapo. Algunas suenan en varias atracciones, otras se van entremezclando. Lo que no reina en ningún rincón de la feria es el silencio. De entre todas las atracciones, hay una que destaca. Llama la atención. La noria.
Pep Llodrà nos irá dando pinceladas de cómo el paso del tiempo ha influido en este evento centenario. Pep junto a otros compañeros gestionan la página Fotos Antiguas de Mallorca.
La feria del Ram ha pasado por varias ubicaciones: frente a la Catedral, antes del Parc de la Mar; en las Ramblas y zona de institutos; también en Camí de Jesús.
Es la voz de Juliana Diez. Entre tantas atracciones, encontramos uno de los Scalextric para niños pequeños. Dentro de la cabina, está ella. La persona que probablemente conoce más toda la historia de la Fira del Ram. Toda una vida dedicada ligada a las atracciones. La generación más joven de la familia ya corretea por la cabina, su nieto.
José Soria, más conocido como Chele o en la feria "el de los camellos". Otro de los veteranos. Nos cuenta que ahora recogen todo en 2 horas. "Mi padre, a veces, la primera noche armaba una chabola porque para la caseta tardaba un día entero". Si su hijo quiere, heredará los camellos. Aunque Chele reconoce que prefiere que estudie y se dedique a otra cosa.
Niños y niñas como los que está atendiendo Belén Martín que la miran con ojos embelesados. Sin algodón no hay feria, dice. Porque no hay nada como notar ese olor a nube azucarada y terminar con los dedos pegajosos. Los abuelos y padres de Belén ya pertenecían al mundo de la feria. Vinieron a Mallorca, por primera vez, hace 30 años. Meses fuera de casa, perderte cosas del día a día de tus hijos y un trabajo al cual le tienes que echar muchas horas.
Bernat Pisquerre lleva la Mega Rana. Seguramente se lo habrán encontrado en Ibiza y Menorca. Antes de la rana, empezaron con los Guli Gulis.
El 16 de abril caerá la noche y en Son Fusteret será la última fiesta de luz, sonido, humo y risas. Juliana, José, Belén y Bernat recogerán sus atracciones. Algunos marcharán a otras ferias. Pero, el año que viene volverán. Y volverán para reencontrarse con todos nosotros.
Agradecimientos:
Pep Llodrà, por acompañarnos en el reportaje y por las fotografías antiguas.
Juliana Diez, de las Atracciones Garcia Diez.
José Soria, "el de los camellos".
Belén Martín, parada de algodón de azúcar.
Bernat Pisquerre, la Mega Rana.
Juan Andrés Sánchez, por la edición y realización técnica.