Roberto Aguiló, Imprenta Nueva Balear: "Un dels barrots de ferro dels finestrals estava tort, hi havia metralla de la Guerra Civil"
Las huellas de ese período se instalaron en el edificio, pero también en la cartelería y pósters
Imprenta Nueva Balear- Tres Euros con Dos Pesetas
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Palma
Roberto Aguiló es la tercera generación de la Imprenta Nueva Balear. La fábrica la regentaban unos alemanes hasta que el repadri de Roberto Aguiló, Jordi Aguiló Cetre, la adquirió. Aguiló Cetre mantuvo el negocio de las cartas de naipes un tiempo pero el negocio no funcionó. En esa época, por las cartas de juego tenías que pagar un impuesto. Y lo pagabas antes de vendérselas al cliente, con lo cuál, si el cliente no te pagaba la empresa perdía dinero. El negocio se acabó convirtiendo en la imprenta que ha perdurado hasta día de hoy.
Roberto Aguiló padre y Roberto Aguiló hijo hablan y recuerdan tiempos pasados. Jordi Aguiló Cetre trabajaba en Gas y Electricidad, pero también era una persona culturalmente muy inquieta y bastante influyente en Palma en esa época.
En 1927 la empresa se traslada a su ubicación actual, cerca de Avenidas, en la calle Costa i Llobera. Hasta ese momento, estuvo situada en el llamado "Mercat dels Hortalans", donde ahora está situado el "Bar Terminal". En el 39, la segunda generación Aguiló asume las riendas del negocio. Cayetano Aguiló se licenció en Derecho, pero se decantó por mantener el legado familiar en la imprenta. En ese momento, se dedicaban a hacer cartelería para empresas. A los 14 años, su hijo, la tercera generación, Roberto Aguiló padre empieza a entrar en contacto con este mundo.
A día de hoy, cuándo entras en el interior del edificio te sorprende. Lo primero que te llama la atención son todos los carteles colgados en la sala. De colores llamativos, de todas las décadas, desde uno más sobrio con tonalidades grises y doradas del cartel de la Sexta Vuelta Ciclista en Mallorca de 27 de mayo de 1954, a uno mucho más llamativo de las Tradicionales Verbenas de Sant Agustí del año 1943. La cartelería, los pósters, de algún modo, son el reflejo del momento que se vivía. Entre todos ellos, uno con mucha historia.
La huella de la Guerra Civil no solo impregnó la cartelería, en los barrotes de los ventanales del edificio. Roberto Aguiló padre tuvo durante mucho tiempo uno de los barrotes torcido, cuándo decidió arreglarlo se encontraron metralla.
La familia conserva las máquinas usadas durante toda la trayectoria de la imprenta. La más antigua, la primera, data del 1913. La siguiente, la evolución, fue una máquina del 1960. Una tecnología distinta, más mecánica. El sistema de impresión era el mismo, pero se avanza con la metodología. Por ejemplo, no tener que poner la hoja de uno en uno. Lo que durante mucho tiempo no cambió fue el trabajo del conocido como "caixista". Era la persona encargada de colocar letra por letra la composición del texto. Que, además, estaba montada al revés de como la veríamos si leyéramos la página. Los huecos más grandes en el cajón son para la E, la A y los espacios.
Por concentrarlos, la Imprenta nueva Balear ha vivido tres episodios muy complicados. El cierre de la revista "Moda y línea" que supuso la pérdida de muchos puestos de trabajo; la creación de "El Corte Inglés", la calle Costa i Llobera se llegó a levantar por obras 13 veces y la Covid. El próximo lo están enfrentando y les queda camino, aún, la digitalización. Esta lo ha cambiado todo.
Ahora, al frente, está la cuarta generación, Roberto Aguiló Mora y Belén Aguiló Mora. También regentan el estanco y la lotería con entrada en Avenidas. Ellos seguirán viendo y afrontando estos cambios. Si Jordi o Cayetano echarán un ojo a la imprenta actual, según la família Aguiló, no considerarían que es una imprenta.
Cuándo pensamos en una imprenta, pensamos en un lugar escondido al público. En los bajos de un edificio, en los alrededores de la vida cosmopolita. Jamás la situaríamos en el centro de la ciudad. Pues la imprenta nueva balear es todo lo contrario. Desde hace un tiempo, está abierta al público una parte para que la gente pueda conocer su historia. Conocer las entrañas de este lugar para muchos desconocido, hasta ahora.