Lana de oveja, ratán, hilo de alpaca: las fibras toman los casales de Palma en el mercado artesano global Xtant
El encuentro internacional reúne a 53 artesanos de 25 países consolidando la cita en la isla de Mallorca por tercer año consecutivo
Palma
La fibra, el génesis del tejido. Es el leitmotiv del encuentro global de artesanos Xtant, que se celebra estos días en Palma. Un encuentro internacional en el que participan 53 artesanos de 25 países que se unen para participar en conferencias, experiencias y exponer su trabajo en un mercado muy peculiar. En el imponente patio del casal Can Vivot, junto a la iglesia de Santa Eulalia, se instala este original mercado artesano que permite observar y tocar piezas llegadas de todo el mundo.
Nilda Callañupa, una artesana peruana, teje como lo hacían sus antepasados. Colores vivos que se mezclan hilo a hilo para crear cojines, mantas y ponchos. "Estoy tejiendo en telar de cintura, que es el tradicional de nuestra zona en Cuzco. Tenemos una tradición textil muy especial en técnicas, colores y usos desde épocas ancestrales, por eso para nosotros es tan importante mantener esta tradición viva. Utilizamos lana de alpaca, que es muy suave y tinte solo natural, de tallos, hojas y flores".
De la lana de alpaca al ratán, una fibra elástica, de color claro similar al mimbre, pero mucho más firme que crece en los bosques de Indonesia. Aurelie Hoegy crea en su taller de París mega esculturas artísticas con estas fibras. "Trabajo sobre el movimiento y la fibra natural. Encontré el ratán en Indonesia, trabajé con artesanos allí y regresé a París donde depuré la técnica. Hago escultura funcional. Amo este trabajo porque esta fibra es muy salvaje, le puedes decir qué hacer pero ella también te dice qué hacer, se mueve sola".
En el mercado hay también artesanos que nacionales, con ideas para revalorizar en España fibras tan antiguas como la lana. El proyecto Wool Dreamers, soñadores de lana, intenta relanzar este material en una cadena de valor de precio justo, trabajando con ganaderos de todo el país. Su creador es Ramón Cobo, que explica que hace cuatro años creó el proyecto para revalorizar la lana a través de mercados sostenibles y promocionando los beneficios y cualidades de la lana. Trabajan en el fomento de la lana de ovejas autóctonas, como la roja mallorquina, en peligro de extinción. "La característica más importante es su tono, que es muy peculiar. Es un tono arena, beige, que la hace muy especial. El hecho de que solo haya 3.000 en todo el mundo la hace destacar. Somos casi 70 ganaderos que están luchando por el mantenimiento, cuidado y promoción de esta raza" dice la presidenta de la asociación de ganaderos de oveja roja mallorquina.
Un mercado con otras propuestas como sombreros hilados a mano, enormes tapices de lana de ovejas de Oriente Medio o prendas con lino tradicional que se puede visitar hasta el sábado en el casal de Can Vivot.