2-0. La naranja mecánica de Sant Miquel toca el cielo

Ibiza

El 2 de junio del año 2013, Mario Ormaechea, entrenador de la Peña Deportiva, vivió uno de los momentos más duros para cualquier deportista, acariciaba la Segunda B en el campo de la Hoya Lorca. Faltaban 14 segundos y el equipo peñista tenía el ascenso en el bolsillo, pero un fatídico gol de Meca enterraba el sueño. Una década después, tras varios intentos de subir de categoría fallidos, también en un mes de junio, Ormaechea, uno de los mejores técnicos que ha dado el fútbol pitiuso, ha vivido la otra cara de la moneda.

Por fin ha podido festejar sentado en un banquillo, el ascenso de la Penya Independent a Segunda RFEF. Todavía piensa el técnico catalán en Lorca y le quita el sueño alguna noche, pero desde el 4 de junio de 2023, el fútbol que le debía una se la ha pagado. Seguro que desde este domingo dormirá mejor.

Sí, la zona norte de Ibiza también existe en la categoría nacional del fútbol español y el pequeño campo municipal de Sant Miquel verá la próxima temporada a rivales como el Lleida, Hércules, Peña Deportiva, Formentera, Badalona, Valencia B o Terrassa. Inimaginable hace un par de años. Normal que el cerca de millar de aficionados que aparcaron donde pudieron para llegar a las instalaciones deportivas lo celebraran por todo lo alto por lo que significa para el futuro más cercano.

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Es el segundo ascenso consecutivo de un conjunto que ha sufrido una metamorfosis en un corto espacio de tiempo. Nacido en los 80 para jugar en la desaparecida liga laboral, muchos años militando en la categoría, la ambición de la familia Curuné en la directiva y el gen ganador y competitivo de Ormaechea, reclutado de urgencia la pasada campaña, han resultado una apuesta ganadora que ha alcanzado una meta impensable hasta ahora.

Quedaba un último obstáculo para llegar a Segunda RFEF,, había que ganar a la SD Ejea en casa, tras el empate a uno de la ida., El partido fue lo que se esperaba. Mucho juego directo, la pelota estuvo tanto tiempo por el aire como en el suelo. Muchos parones y poca continuidad. Así que en este escenario, donde es casi una epopeya ligar una jugada combinada, porque las reducidas dimensiones del campo no permiten muchas florituras, la Penya supo jugar sus bazas, aunque falló en el tiempo reglamentario las pocas ocasiones que generó, En el cómputo global fue mejor que un rival que no supo meterle mano al encuentro.

Said, el delantero local tuvo un mano a mano nada más arrancar el choque, tras ganarle la espalada a la defensa visitante, pero su disparo lo abortó el portero Santos. Fue el único remate peligroso en los primeros 45 minutos. Los locales manejaban bien la medular con la experiencia de De Val y el saber hacer de Samu, pero sus intentos morían en las inmediaciones del área rival. Lo positivo es que en defensa no sufría, porque Pau Pomar mantenía a raya a Moha, la referencia ofensiva del Ejea y De la Cruz y Munir se mostraban inexpugnables por los costados. Solo Carrasco con su juego de toque era una amenaza cuando alguien conseguía bajar la pelota al suelo. Un par de remates lejanos y un centro al área al que no llego Moha por un dedo fueron el escaso bagaje ofensivo del Ejea en 45 minutos.

Así se llegó al descanso y la reanudación arrancó con un gran susto, gran acción de Moha en un ataque del Ejea con asistencia a Carrasco y su remate delante del portero local Isi roza el palo. Fue la gran ocasión visitante, que tampoco supo materializar. La Penya seguía mandando, se imponía en los balones divididos, y recuperaba siempre la pelota en la segunda jugada. En ese escenario creció Andrada por la banda derecha,, una y otra vez percutía por ese costado, pero los intentos ibicencos morían una y otra vez en las inmediaciones del área aragonesa.

Sin embargo en el juego físico, el conjunto local era cada vez más dominador porque al Ejea le fallaban las ideas y sobre todo las piernas. Borja tuvo el primero para los ibicencos a los 76 minutos tras marcharse por velocidad, pero con todo a su favor chutó al muñeco. Poco antes del final tiempo reglamentario, se quedaba con diez el Ejea al ver Crespo la segunda amarilla, muy protestada y que también provocó otra expulsión de un futbolista suplente. Y con el tiempo cumplido un remate raso de Pau Pomar, uno de los destacados en el bando peñista lo volvía a salvar el portero visitante ante la desesperación de la hinchada que veía como se desperdiciaban oportunidades. Nadie dijo que llegar a la Segunda RFEF fuera pan comido.

Arrancó el tiempo extra y pasaban los minutos sin que pasara nada. Los dos entrenadores habían movido el banquillo buscando piernas frescas. Y cuando los penaltis asomaban en el horizonte el lateral de la Penya De la Cruz llegó al balcón del área y arrancó con fuerza, sorteando un bosque de piernas rivales, tuvo esa fortuna que hace falta cuando el destino ha escrito que tienes que ascender, con varios rebotes y un portero descolocado y se encontró con la portería franca para rematar al fondo de la red.

Entonces, Sant Miquel enloqueció. Era el minuto 114 de partido y el bravo defensa se citaba con la historia. Lo hizo también Rulo, uno de los recambios locales, con el tiempo cumplido logrando el segundo tras un error visitante en la salida de la pelota. No hubo tiempo para mas, empezaba la fiesta de un ascenso que se hará larga.

El fútbol pitiuso seguirá teniendo tres representantes en la Segunda RFEF la próxima temporada. Anarem a Sant Miquel.

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