El exfiscal Subirán: "No sé por qué he sufrido este acoso, derribo y acecho"

Palma

El fiscal que investigó el caso Cursach afirma sentirse "calumniado, injuriado y despreciado". Este viernes ha arrancado la declaración de Miguel Ángel Subirán ante el tribunal que le juzga a él, al exjuez Manuel Penalva y a cuatro agentes de la Policía Nacional por presuntas irregularidades en la instrucción de la causa. Subirán se ha negado a contestar a preguntas del fiscal que ejerce la acusación y ha puesto en el punto de mira al que fuera su compañero, el fiscal anticorrupción de Baleares, Juan Carrau. Ha insistido en que era él el fiscal asignado en el caso ORA.

El fiscal jubilado se sienta en el banquillo se enfrenta a penas que suman más de cien años de cárcel por acusaciones de filtrar información secreta a medios de comunicación, así como coacciones y presiones a detenidos. Su declaración ha arrancado pasadas las doce. “Hasta en cuatro ocasiones el señor fiscal aquí presente dijo que yo dejé de perseguir un cohecho impropio porque yo tenía una relación íntima, sentimental, especial, con un policía. Este policía ha pedido querellarse por calumnias, porque tiene pareja y tres hijas. Yo no he movido ficha todavía, pero la moveré” ha dicho. Subirán ha asegurado que se ha sentido “calumniado, injuriado y despreciado”. “No sé por qué habiendo tantísimos fiscales en España este acoso, derribo y acecho” ha sentenciado. Ha manifestado que contestaría a preguntas de la fiscalía, pero no del fiscal Tomás Herranz, que finalmente ha desistido de formularlas.

Tras negarse a responder, ha sido el turno del interrogatorio de los abogados de las acusaciones particulares, que representan a empresarios, políticos y funcionarios detenidos en el marco de la investigación. El interrogatorio ha puesto sobre la mesa la brecha que existía y que se agrandó en el seno de la fiscalía de Baleares. Subirán ha defendido que había indicios para investigar el caso ORA, pero ha insistido en que la causa estaba asignada al fiscal anticorrupción Juan Carrau, algo que la fiscalía siempre ha negado. Cuando los abogados empezaron a quejarse de la lentitud de las diligencias, Subirán dice que fue a hablar con su compañero. “Casi me echó del despacho, me cabreé con él y le dije que eso se tenía que despachar ya. Él me dijo que ni que fuera una causa con preso”.

La contestación de la fiscalía a esta queja probaba, dice, que la causa la llevaba Carrau. Sin embargo, no ha podido recuperarla porque estaba en su despacho. Ahí es cuando ha explicado que el fiscal superior, Bartomeu Barceló, ordenó cambiar las cerraduras para que él no pudiera entrar. Subirán ha contado consternado que se marchó de la fiscalía con una bolsa de basura y unas pocas pertenencias: "Julio (Cano) fue a por una bolsa de basura industrial, metí una americana que estaba colgada en el respaldo de una silla, un paraguas que estaba en una papelera y mi cartera de trabajo”, ha contado.

Coacciones

La sesión ha arrancado con las preguntas al exjuez Penalva por parte de los abogados que representan a funcionarios, empresarios y políticos que fueron detenidos en la investigación sobre el presunto amaño del concurso de la ORA de Palma. A preguntas del abogado del exconcejal del PP, Álvaro Gijón, Penalva ha denunciado un interés especial por desacreditar a las seis personas que se sientan en el banquillo por este caso. Ha acusado al entorno del empresario Bartolomé Cursach de ofrecer dinero a determinados testigos para que cambien su declaración y desacrediten toda la labor que hicieron al frente de la investigación.

Penalva ha dado los nombres de los abogados que, dice, han ido ofreciendo dinero a varios testigos protegidos de la causa. El abogado de Gijón, Oriol Rusca, ha criticado el abuso de la figura del testigo protegido durante toda su investigación. Penalva ha insistido que llegaban con miedo al juzgado y el que acusó a Gijón que haber cobrado un soborno, dice, tenía especial miedo del que fuera presidente del PP de Palma, José María Rodríguez.

Las acusaciones particulares también le han preguntado por las supuestas coacciones a detenidos y por filtraciones a la prensa. Penalva ha acusado a algunos abogados presentes en la sala de mentir, como al abogado del exjefe del departamento de contratación de Cort. Afirma que nunca les dijo que iba a contar a la prensa lo que éste había declarado en el juzgado, sino que salió a entretener a los periodistas para que el funcionario pudiera salir del juzgado sin ser fotografiado. También ha negado las presuntas coacciones sobre algunos detenidos. Penalva ha negado haber prometido a un funcionario de Cort detenido en el caso ORA pasar de imputado a testigo si confesaba los hechos.