1-0. La UD Ibiza gana sobre la bocina a un correoso Baleares

Ibiza

El derbi balear de la Primera RFEf se lo ha llevado la UD Ibiza gracias a un penalti transformado por Gallar en el último suspiro. Solo así pudo doblegar la UD a un rival , el Atlético Baleares, correoso, ordenado y que maniató el mayor talento local durante buena parte del partido. Durante muchas fases del encuentro dio la sensación de que se había jugado más a lo que quiso el Baleares que a lo que buscaba la UD Ibiza. Sin embargo, en el rush final, los locales se volcaron con más insistencia y tuvieron su recompensa desde los once metros tras un agarrón a Arroyo.

Los aficionados celestes, que poblaron las gradas de Can Misses, se rozaron los 3.000 aficionados, no pudieron ver la mejor versión de su equipo,pero han podido cantar la segunda victoria de la presente campaña. Al final, lo más importante siempre son los puntos, mientras se afina el juego colectivo. Sin embargo, el choque deja otra reflexión, la calidad individual no siempre gana partidos y en esta categoría hay que picar piedra y armarse de paciencia para romper entramados defensivos ordenados. También se volvió a mostrar que la plantilla celeste es amplia en recursos y que en el banquillo hay recambios para cambiar la cara de los encuentros.

El entrenador celeste, Guillermo Fernández Romo, dio la titularidad a Cedric, el último en llegar, mientras que Alvarez en el medio centro y Medina en el lateral derecho eran las otras novedades en el once inicial en relación a los que salieron de inicio la pasada semana en Córdoba.

La UD Ibiza salió avasallando y en el primer cuarto de hora gozó de tres buenas ocasiones para abrir el marcador, primero con un cabezazo de Cedric, tras un buen centro de Soko por banda derecha, pero un defensa visitante impidió el remate franco del nigeriano. De inmediato fue Soko quien remató alto con todo a su favor tras una gran acción individual de Suleiman por el costado izquierdo y en pleno rodillo celeste, Eugeni tampoco atinó con su disparo desde el área grande. Durante 15 minutos, la pelota fue patrimonio local, el Ibiza jugaba a otro ritmo, con una presión asfixiante y el Baleares achicaba agua como podía y era incapaz de dar dos pases seguidos.

La superioridad ibicenca era total, pero los visitantes, que salieron con una defensa de cinco fueron equilibrando el juego y en la primera jugada en la que pudieron mover el balón generaron una oportunidad muy clara, Armando, un exceleste caracoleó en la zona de medios, habilitó a Loren que progresaba por su banda y su centro medido lo desperdició el otro lateral, Ferroni, en boca de gol. De repente, El Ibiza le vio las orejas al lobo y perdió claridad y frescura en su juego en toda la primera parte.

Se apagaron las luces ofensivas, el fútbol celeste se hizo cada vez más deslabazado. Soko y Suleiman ya no tenían una autopista por fuera, porque cuando se zafaban del primer marcador siempre encontraban otra camiseta blanquiazul, con una buena defensa de ayudas, con doble cobertura en los laterales y Cedric,, que pasó de puntillas en su debut, estaba muy bien controlado por los centrales balearicos. Tampoco Eugeni estaba fino en la medular, ni en los golpeos a balón parado y las arrancadas de los laterales eran fuego de artificio .

Así que los ibicencos no fueron capaces de volver a generar peligro por fuera en toda la primera parte y el Baleares estaba cada vez más cómodo sobre el césped de Can Misses. Se jugaba más a lo que quería el conjunto de Tato ante un Ibiza que no tenía ideas ni ritmo para generar desequilibrio ante una ordenada defensa mallorquina. Solo una jugada de estrategia al filo del descanso con una falta ejecutada por Eugeni obligó a intervenir al portero Lario.

Así acabó el primer tiempo y en la reanudación, el Baleares mantenía su buena disposición en el campo y tenía algo más de posesión y control. Pastrana lo probó desde la frontal, pero su remate se perdió ligeramente alto. El Ibiza intentaba dar la replica con una espectacular galopada de Soko que finalmente desbarató la zaga del Baleares.

A los locales les seguía costando generar juego y fútbol, y el Baleares daba más sensación de peligro en sus llegadas y un falta lanzada por Pastrana, uno de los destacados del Baleares, que jugó una gran segunda parte y capitalizó todas las intentonas de su equipo en ataque, la cabeceó Villapalos lamiendo el poste de Sequeira.

Fernández Romo intentó cambiar la dinámica del juego moviendo el banquillo dando entrada a Olabe y Arroyo, que ha vuelto a ejercer de revulsivo, como en Córdoba, pero lo que llegó fue otro susto tras un error de Medina y la acción finalizó con un cabezazo de Rodríguez que paró Sequeira.

En un juego cada vez más de ida y vuelta, Soko volvió a rozar el gol, pero su remate no encontró portería. seguían los cambios en la UD con la entrada de Obolskii y Gallar para la recta final del choque. En esa fase, los locales rozaron el gol, primero con un remate de Gallar que se perdió cerca del poste y después con un cabezazo de Obolskii que tampoco encontró portería. Y ya con el tiempo cumplido, el árbitro penalizó un agarrón a Arroyo con la pena máxima y Gallar no falló para que los tres puntos se quedaran en Ibiza.