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Política

La Serra de Tramuntana tendrá 38 radares que medirán la velocidad y el sonido para frenar carreras ilegales

El Consell de Mallorca y la DGT se coordinarán para poder sancionar los incumplimientos tanto de exceso de velocidad

Palma

Las carreteras de la Serra de Tramuntana contarán con 38 radares que medirán la velocidad y el sonido para tratar de acabar con las carreras ilegales. El Consell de Mallorca y la DGT se coordinarán para poder sancionar los incumplimientos tanto de exceso de velocidad como de ruido. La previsión es poder instalar las cámaras en los próximos meses.

La institución insular instalará 32 cámaras que captarán la matrícula, medirán la velocidad y los decibelios. Una veintena se repartirá en distintos puntos de la Ma-10 y las carreteras secundarias. Se suman a otros 6 radares con las mismas características que instalará la DGT.

El conseller de Movilidad, Fernando Rubio, explica que se realizará un estudio técnico para que los radares se puedan homologar y que puedan recoger datos con el fin de que la DGT sancione los incumplimientos.

Este miércoles el Consell de Mallorca se ha reunido con los alcaldes de los municipios afectados. Hay que recordar que la velocidad máxima de la vía es de 60 kilómetros por hora y, por el momento, no se tiene previsto reducirla. Tampoco se instalarán bandas sonoras, entre otras cuestiones, por el mayor ruido que provocan.

Los diferentes alcaldes de la Serra celebran este paso. La alcaldesa de Banyalbufar y vicepresidenta de la mancomunitat de la Serra de Tramuntana, Leonor Bosch, confía en que se pueda acabar con esta problemática.

La institución insular se ha reunido también con la plataforma Indignats Ma-10, uno de los portavoces, Pep Tosar, confía en que las palabras se conviertan en hechos.

Según el Consell, se colocarán tres cámaras en Andratx, dos en Banyalbufar, una en Bunyola, dos en Calvià, una en Deià, cuatro en Escorca, una en Esporles, dos en Estellencs, siete en Fornalutx, cuatro en Pollença, una en Puigpunyent, tres en Selva, una en Sóller y dos en Valldemossa.