2-2. Demasiados contratiempos para que el Ibiza vuelva a ganar

Ibiza

La UD Ibiza sigue peleada con la victoria, son ya cinco jornadas seguidas sin sumar los tres puntos. Este domingo ante el Algeciras ha roto el mal fario que le perseguía ante el marco contrario, pero se ha visto penalizado por errores defensivos y sobre todo por la expulsión de Javi Jiménez que le ha hecho jugar 75 minutos en inferioridad.

Ha puesto garra el conjunto celeste para sumar al menos un punto, como mal menor, porque ha estado cerca de la derrota en los últimos compases del partido, pero a estas alturas de la competición han asomado lagunas no esperadas en el juego, poco control, poca claridad. Algún tornillo no entra en la tuerca, el juego es plano, previsible y esta sensación no se ha despejado del todo con la revolución de su entrenador. Lo peor es que el Ibiza puede dormir esta jornada a 7 puntos del líderato y tener a sus perseguidores mucho más cerca. Si el fútbol es un estado de ánimo, no son días de vino y rosas en Can Misses. Habrá que definir mejor los objetivos y pensar que el play off es la opción más real para ascender si se recuperan fortalezas y se solventan debilidades.

El primer golpe de efecto del partido llegó con las alineaciones. Acostumbrados a un once con mínimas o ninguna variación en los últimos meses, se producía una auténtica revolución en el once diseñado por el técnico de la UD Ibiza, Guillermo Fernández Romo. Solo la defensa se mantenía. Por primera vez optaba en la zona ancha por dos mediocentros , Olabe y Tienza. Adelantaba a Eugeni a su posición natural de mediapunta y optaba por Cedric de 9 ( No era titular desde el 29 de octubre), mientras que Arroyo recuperaba también la titularidad que tuvo en un tramo de la primera vuelta. Hasta la portería presentaba la novedad de Reynet, quizás pensando en la próxima convocatoria de selecciones y la marcha de Sequeira.

Romo. que destacaba hace unos días que no era momento de inventos, asumía que la dinámica de las últimas jornadas obligaba a mover el árbol. Y la cosa se puso de cara muy pronto, a los dos minutos tras un error grosero del portero del Algeciras, Marcos Lavín que quiso salir con balón jugado, cediendo a uno de sus centrales. Lo hizo tan mal que le entregó la pelota a Cedric, que desde la frontal agradeció el regalo y lo fusiló con un disparo raso. Cuarto tanto esta temporada del delantero, que no podía tener una vuelta al once inicial mejor. Desde el mes de enero no se cantaba un gol de un delantero centro de la UD.

Por fin volvía a marcar el Ibiza en Can Misses, pero los regalos no habían acabado y llegaron también a la otra portería. A los 7 minutos en el primer intento andaluz, el Algeciras forzó un saque de esquina. Se lanzó en corto y Javi López- Pinto entró en el área celeste como Pedro por su casa, sin ningun futbolista de la Ud cerca en un grave error en la marca y golpeó colocado sin respuesta de Reynet, estorbado por Unai Medina. Un cúmulo de despropósitos, que se suma a los fallos defensivos de las últimas semanas que han costado goles y puntos.

Con tablas en el marcador, el Ibiza enrabietado intentaba arrinconar al Algeciras, pero las contras visitantes tenían siempre peligro y mostraban una fragilidad defensiva preocupante de los de Romo, Arroyo estuvo cerca del gol con una buena maniobra en la frontal y su disparo se fue cerca del palo, pero los visitantes la tuvieron más clara en otra contra de libro con remate franco de Diori que sacó bajo palos Javi Jiménez con Reynet batido.

Los locales lo intentaban a balón parado sin fortuna y a los 25 minutos otro golpe de efecto, con una tarjeta roja a Javi Jiménez, por una agresión, cuando el juego se desarrollaba en otra zona. No valieron de nada las protestas y el Ibiza quedaba en inferioridad el resto del choque, con Olabe como improvisado lateral. Lo acusó en un primer momento, porque los andaluces estaban más cómodos y controlando el encuentro, pero la Ud sacó garra y rabia .

En una acción por banda derecha puso un balón al área Unai Medina, intentó controlar Cedric que asistió a Tienza y libre de marca en el punto de penalti, el centrocampista hacía el segundo para los locales.

Sin embargo, seguía amenazando el Algeciras y seguían los agujeros en el entramado defensivo. El choque tenía ritmo, el Ibiza no optaba por un bloque bajo, sino que buscaba el tercero. Y con esa dinámica en un choque con ritmo y poca pausa en el juego antes del descanso, Merchán, otra vez solo en el área culminaba una buena acción andaluza que no supo abortar primero el medio campo celeste ni vigilar después la defensa. Tampoco estuvo atinado Reynet.

Con tablas y todo por decidir se llegaba al descanso. En la reanudación, Suleiman reemplazaba a Arroyo en los locales que enseguida tuvieron una gran ocasión a balón parado, con un lanzamiento de falta de Eugeni se fue fuera muy cerca del palo. El equipo ibicenco hacía un gran desgaste físico para que no se notara en el campo la inferioridad y buscaba el marco rival.

Se luchaba cada balón dividido, nadie cedía un palmo y proliferaban las faltas y las amonestaciones por cada bando. Lo que no se lograba era claridad en el juego y el balón parado era la única opción. Tuvo otro intento Eugeni, más centrado, que se escapó por un palmo.

Romo esta vez no esperó con los cambios y a los 58 minutos dio entrada a Obolskii por el goleador este domingo Cedric. Los de Romo intentaban amenazar por fuera con la rapidez de Soko y Suleiman, pero siempre con varios jugadores del Algeciras tapando huecos y evitando su progresión.

El juego andaluz era más elaborado en la zona ancha, pero sin profundidad. El Ibiza tuvo otra llegada peligrosa con un buen centro al área de Obolskii que desvió un central del Algeciras, aunque Lavín estuvo salvador.

El conjunto andaluz no terminaba de creerse que podía sacar un premio mayor y se conformaba con las tablas sobando más el balón, mientras que el Ibiza lo intentaba y era más vertical, pero siempre elegía mal la última opción. Primero Obolskii centró al bulto y después Suleiman tras desbordar dentro del área erró su pase atrás.

Para la recta final Romo optó por Gallar y Jesús Alvarez como últimos hombres de refresco. El juego ibicenco era atropellado, impreciso y el Algeciras que se pasaba minutos rondando el área ibicenca tuvo una gran ocasión a los 86 minutos con un disparo de Lopez-Pinto que rechazó Reynet.

La última ofensiva local no llego y ahora si el Algeciras creyó en la victoria y se fue abiertamente a por el triunfo. Tuvo hasta tres ocasiones para hacerlo, pero unas veces la falta de puntería y otras una pierna salvadora evitaron un castigo mayor, pero no impedirán una visita al psicoanalista. Algo falla en esta UD, demasiado acelerada, precipitada y ansiosa. Sobran los nervios que llevan a tomar decisiones malas en el desarrollo de los partidos.