El 90% del crecimiento poblacional de Baleares en el siglo XXI viene determinado por la inmigración
Son 300 mil nuevos habitantes, los mismos que se esperan para 2035, según el INE. El mercado laboral y las condiciones climatológicas, principales motivos
Palma
El incremento poblacional de Baleares en el siglo XXI viene determinado en un 90% por la inmigración que recibe. Es lo que sostiene Pere Salvà, catedrático emérito de Geografía Humana por la UIB, que ha matizado que "ha crecido en los últimos 20-25 años, ya que este fenómeno es del 80% si abordamos los últimos cuarenta años, en los que las Islas han aumentado su población en un 83%". Según datos del INE, es el mayor incremento de la España de las autonomías.
En este sentido, Salvà ha recordado que es "la inmigración quien sostiene el crecimiento de las Islas", ya que el saldo vegetativo de 2023 ha sido positivo por poco, por 67 nacimientos, y que ha llegado a ser negativo recientemente. Si el archipiélago ha aumentado su población en 300 mil habitantes en lo que va de siglo, la previsión del INE es sumar otros 300 mil en diez años.
Hay que establecer en este punto dos tipos de migración en las Islas: la que viene motivada por factores laborales y la que busca una mejor calidad de vida y condiciones climáticas; generalmente, "personas de avanzada edad y procedente de países del centro y norte de Europa, que son cada vez más los que incluso se empadronan".
Entre las consecuencias de esta presión humana, Salvà ha mencionado el término "angustia residencial", que acuñó él mismo en los años 90 y que se puede sustentar en tres tipos de colapsos: en lugares y ocio; en carreteras, y sonora, con vuelos que, en temporada alta, llegan incluso cada medio minuto, con lo que ello implica en términos tanto de contaminación aérea como sonora.
"En los meses de temporada alta coincidimos en los mismos objetivos: queremos ir a las playas y a los restaurantes; usamos, además, las mismas carreteras, ya de por sí colapsadas en muchos momentos, sin olvidar una mayor contaminación sonora en zonas de discotecas y próximas a los aeropuertos, con vuelos que, en según qué momentos en Palma, llegan cada medio minuto", ha explicado.
El aspecto medioambiental se ve perjudicado con esa contaminación aérea, además de en recursos como el agua o la energía. Y no es nuevo, ya que "se viene avisando de estos efectos desde la década de los 70", además, dice, con poco éxito. "En las primeras semanas de agosto tenemos un aumento significativo de población, con el problema de los recursos que supone. Se habla de muchos planes, pero no sé si terminan en las papeleras de los ministerios o consejerías, porque todo sigue igual", ha lamentado.