Éxito de la pantalla gigante en la Plaza de la Reina donde sólo faltó la victoria
Más de 8.000 personas se dieron cita en la pantalla instalada por Radio Mallorca, Ajuntament de Palma y Real Mallorca
Palma
Palma, 7 abr (EFE).- Los miles de aficionados que han seguido la final de la Copa del Rey en la pantalla gigante instalada en la Plaza de la Reina de Palma han recibido con decepción y tristeza la derrota del Real Mallorca en la tanda de penaltis ante el Athletic.
La cuarta final de la Copa del Rey disputada por el Mallorca en su historia había generado una enorme expectación en la isla, donde tanto en la capital como en los pueblos miles de mallorquinistas han vestido esta noche la camiseta de su equipo con la esperanza de repetir el triunfo de 2003.
Las alrededor de 8.000 personas concentradas en el centro de Palma han animado como si estuvieran en el estadio de La Cartuja al equipo de Javier Aguirre, al que han despedido con un aplauso pese a la desilusión.
La Plaza de las Tortugas, nombre popular del lugar donde el mallorquinismo celebra sus triunfos, estaba preparada para una nueva fiesta a apenas 280 metros de la gran pantalla, pero la afición ha acabado cabizbaja.
Cuando ha concluido la prórroga, la moral de los mallorquinistas se mantenía intacta. El recuerdo de la victoria en los penaltis en semifinales ante la Real Sociedad ha animado a los hinchas a corear: "Sí se puede, sí se puede".
Pero los errores en los lanzamientos de los pupilos del Vasco Aguirre y los aciertos de los bilbaínos han ensombrecido los ánimos, aunque al disolverse la concentración, las risas y las palabras de consuelo superaban con mucho a los llantos, que también han asomado en algunos hinchas cansados tras más de dos horas de final.
La juventud predominaba frente a la pantalla gigante, donde mucho antes del partido ya bailaban más de un millar de personas al ritmo de la música de Los 40 Principales, organizador de la fiesta futbolera junto al Ayuntamiento de Palma.
Media hora antes del inicio, los bares abarrotados de la zona de La Lonja se han ido vaciando en paralelo al aumento de la masa concentrada para ver la final, que ha alentado las buenas jugadas del Mallorca, silbado al rival, protestado sus faltas y estallado de júbilo con el gol de Dani Rodríguez como si estuviera en La Cartuja.
Los agentes de la Policía Local y Nacional y los sanitarios preparados para cualquier eventualidad no han tenido que atender ningún incidente de importancia.
Más trabajo tienen los servicios municipales de limpieza, pues una fiesta de tantas horas, termine en éxito o en fracaso, genera cientos de kilos de vasos, latas y botellas.
En sus primeros mensajes en X tras la derrota, el Real Mallorca ha subrayado su "orgullo" por el equipo y la afición y ha apuntado además que el deporte es "como la vida misma".