0-1. El Atletico de Madrid B, más efectivo que el Ibiza, se lleva los puntos en Can Misses

Ibiza

Un buen primer tiempo no le ha servido al Ibiza para mantener su dinámica ganadora de las últimas semanas. El Atlético de Madrid B ha sabido aprovechar su primera ocasión tras el descanso para marcar y a la postre esa diana le ha servido para llevarse los tres puntos de Can Misses.

Los celestes no han aprovechado su momento en el arranque del choque, han jugado un segundo acto decepcionante, y tendrán que seguir en la lucha para asegurar la fase de ascenso. Los partidos se deciden por la contundencia en las áreas, por saber aprovechar las ocasiones, pero sobre todo por tener ideas claras para llegar al gol. Y eso le ha vuelto a fallar al conjunto ibicenco, ansioso, errático y que no termina de encontrar la forma de gobernar los partidos. No ha merecido tanto castigo la UD, pero ya se sabe que sin goles no hay paraíso,

El Ibiza asfaltó al filial colchonero en el primer cuarto de partido. Los celestes imprimeron un ritmo endiablado al juego y una presión asfixiante para encerrar al equipo madrileño en su área. Los visitantes achicaban agua como podía, pero no olían la pelota que estaba siempre en poder de los locales, robando el esférico muy cerca del área madrileña. El técnico ibicenco, Guillermo Fernández Romo, había optado de inicio con el mismo once que juego en Palma, con la única variación de Rubén Díez por Arroyo. Quería tener la posesión y creatividad en la media punta y el plan inicial le salió bien. Otra cosa fue el segundo acto.

Suleiman cabalgaba por la banda izquierda, apoyado por Javi Jiménez, Gallar y Rubén Díez se movían entre líneas, mientras Tienza y Eugeni barrían la zona ancha. Dos centros laterales al área de Iturbe no encontraron rematador, Eugeni conectó mal con el esférico cuando tenía un remate franco desde la frontal. Gallar mandó al palo un lanzamiento de falta y Obolskii estuvo cerca de un gol de bandera con una vaselina desde 30 metros. Fueron los mejores momentos del equipo ibicenco en mucho tiempo.

Después del asedio, los de Romo se tomaron un respiro y el Atlético de Madrid B al menos pudo salir de su campo, aunque sin inquietar el área ibicenca. La iniciativa seguía siendo del Ibiza al que solo le faltaba algo más de precisión en el último pase. Gallar volvió a estar cerca del gol, con un remate con su pierna derecha dentro del área tras un saque de banda, pero el portero visitante puso un mano salvadora para negar el primer tanto a los ibicencos.

A medida que pasaban los minutos se equilibró más el choque. El Atlético de Madrid B ya no perdía el balón con tanta facilidad, le costaba más al Ibiza hacer efectiva la presión alta y se entró en una fase en la que no había peligro en ninguna de las dos áreas. El talento de las promesas colchoneras no aparecía y las tímidas contras madrileñas se diluían en las inmediaciones de Sequeira que vivió un primer tiempo plácido, solo exigido en un par de balones bombeados que blocó sin problemas.

Adelantó su defensa el Atleti B, y esto hizo caer en varios fuera de juego a los ibicencos que tenían más dificultades para generar ocasiones o llegadas peligrosas al marco rival en la recta final del primer tiempo y que solo atacaban por el costado izquierdo facilitando el trabajo defensivo del Atleti B.

Antes del descanso, Tienza cabeceó fatal un centro de Eugeni cuando estaba solo en el área pequeña. Ndiaye tuvo la más clara de los colchoneros con un disparo desde la frontal que rozó el palo de Sequeira en la mejor jugada de ataque de los madrileños y Suleiman que lo intentó una y otra vez le dio la réplica con otro chut desde fuera del área que no encontró portería. Así se llegó al descanso.

Y el arranque del segundo tiempo tuvo otra música. El conjunto visitante fue el que se adueñó de la pelota e hizo daño muy pronto. Una llegada por banda izquierda de Pablo Pérez libre de marca, con una gran maniobra de Bri, que recibió el centro raso y asistió a Ndiaye que estaba solo y fusiló a Sequeira. El choque se ponía muy cuesta arriba y el gol hizo daño al Ibiza que tras un buen primer tiempo se veía por debajo en el marcador.

La primera réplica local en el segundo tiempo tuvo de nuevo a Suleiman como protagonista con una internada por su banda y remate final flojo de Gallar, fácil para el guardameta Iturbe.

Pero no estaba cómo el conjunto celeste, más errático en su juego. Las llegadas visitantes tenían mucho más peligro y Pepe se multiplicaba en defensa para tapar huecos o llegar al cruce.

Romó busco más desborde en ataque dando entrada a Soko por Rubén Díez y más toque en la medular con Olabe por Tienza. Los locales lo intentaban, pero siempre falta precisión en el centro final área cuando se progresaba por los extremos y aparecía una pierna colchonera para conjurar la acción. Si centraba Suleiman se quedaba corto, si lo hacía Soko se pasaba de frenada. Tampoco en los saques de esquina llegaba una cabeza salvadora y los minutos iban pasando sin que el Ibiza fuera capaz de lograr la igualada.

Los locales dominaban, combinaban bien hasta que pisaban el área, pero ahí se nublaban las ideas. Soko tuvo una buena internada por su banda, pero se precipitó y chutó flojo cuando podía seguir progresando. En esa fase pesaba demasiado la ansiedad y no se elegía la mejor opción. Y tampoco a balón parado había precisión, tanto en los saques de esquina como en las faltas laterales siempre bien conjuradas en el juego aéreo por los centrales visitantes. La falta de ideas en los últimos metros fue la tónica de toda la segunda parte.

El Atlético refrescaba el equipo para aguantar l dominio local, pero en las contadas contras era siempre una amenaza. Cedric por Suleiman fue la última bala celeste en el último cuarto de hora. Y cerca del final entró Arturo Molina.

Pero todo fue un quiero y no puedo ibicenco, incapaz de generar ocasiones, sin apariciones de sus jugadores más desequilibrantes y que veía como las arrancadas visitantes eran mucho más peligrosas. Solo en un centro de Unai que empalmó Cedric sin encontrar portería generó peligro el conjunto celeste.

Así acabó el choque, con los visitantes manejando el esférico y jugando en el área local y con un Ibiza que puede volver a perder comba en la lucha por la segunda plaza y que sigue con demasiadas dudas, en una fase en la que todo deberían ser certezas.