'Cadires a la fresca' Valldemossa: "La Cartuja tiene algo enigmático. Cuando estoy cerca siento las musas"
Un municipio que armoniza la vida cotidiana de pueblo con el reclamo turístico y cultural que supone su belleza
'Cadires a la fresca' Valldemossa
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Palma
Paseamos por este rincón de Mallorca en el que muchos artistas se han refugiado para encontrar la inspiración.
El compositor Chopin y la escritora Amandine Dupin, más conocida por su pseudónimo George Sand, lo hicieron en 1838. Hospedados en la celda número 4 de la Cartuja de Valldemossa. Recorremos un pasillo largo con techos altos. Pared blanca de aspecto antiguo. En algún trozo incluso está desconchada. Un cartel colgado en la parte izquierda del pasillo indica la celda número 4. No hay perdida. El interior recuerda a un antiguo hospital. Por eso el impacto visual al entrar en la estancia es todavía mayor. Uno se espera una celda interior, fría y nada agradable.
La puerta de la celda abierta, a lo lejos vislumbramos el jardín. Las vistas que les acompañaron durante su estancia. Cualquier descripción que les haga será insuficiente. Del pasillo blanco, antiguo, frío a la imagen que ofrece el paisaje. Las montañas frondosas de la Serra de Tramuntana. Los contrastes de luz. Las sombras que provocan las montañas. La luz que encontramos en la vegetación verde de la zona. Entre los árboles, algunas palmeras. Y el cielo. Las densas nubes provocan claroscuros en la panorámica.
Estuvieron 4 meses en Mallorca. De la estancia salió el libro 'Un invierno en Mallorca' de George Sand y Chopin compuso la mayoría de preludios. En Mallorca, Chopin recibe el diagnóstico que en París denominaban enfermedad respiratoria. En aquel momento, George Sand generó mucha expectación entre la población mallorquina.
En Valldemossa, ocurre una cosa curiosa. El municipio armoniza la vida cotidiana de pueblo con el reclamo turístico y cultural que supone su belleza. En Can Molinas. En su interior, en la forma de trabajar, en la esencia encontró Cristina Campos la inspiración para su novela 'Pan de limón con semillas de amapola'. Se rodó en Valldemossa.
Valldemossa tiene algo especial. Eso lo sabemos todos los que hemos paseado por sus calles empedradas. ¿El qué? Que cada uno describa y sienta su belleza como quiera y en el lugar que quiera.
Para Svetlana toda la magia se concentra en la zona de La Cartuja.
Y desde aquí, desde este lugar mágico, con el paisaje de la Serra de tramuntana como imagen, recogemos les 'Cadires a la fresca' hasta el mes que viene. En otras calles, con otra gente y en otro lugar de nuestra isla.