La terraza del Medusa Beach Club de Palma que se derrumbó provocando cuatro muertos carecía de licencia
La principal hipótesis sobre lo ocurrido apunta que unieron muchas mesas en un punto de la terraza y "provocó un pinzamiento en el forjado" que acabó con el derrumbe
Madrid
La terraza del Medusa Beach Club que se derrumbó el pasado jueves en Playa de Palma dejando cuatro muertos y 16 heridos era ilegal y no tenía licencia de ningún tipo. La terraza, situada en un primer piso y que funcionaba como restaurante, no tenía licencia de actividad ni permiso de ocupación. Además, las obras que se llevaron a cabo para habilitarla tampoco contaron con las licencias necesarias.
El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha dado este martes detalles sobre la información recabada que se ha plasmado en un informe. Técnicos de urbanismo, del departamento de obras y de bomberos han elaborado varios documentos en los que se explican los detalles del inmueble de la calle Cartago 34. El sótano tenía licencia como bar musical y la planta baja como restaurante.
Sin embargo, la terraza que se vino abajo situada en el primer piso no tenía ni licencia de actividad, ni permiso de ocupación. Tampoco pidieron el permiso de obras al ayuntamiento para habilitarla como tal. De hecho, este espacio ni siquiera figura en el catastro, donde sí aparecen la planta baja com orestaurante y el sótano como bar musical.
Sobre las causas del derrumbe, bomberos y técnicos apuntan a dos factores: el sobrepeso que provocaron las sucesivas obras que se hicieron en el edificio y la sobrecarga por el uso. El jefe de Bomberos de Palma, Eder García, explica que en 2013 se llevó a cabo una obra en la que se tocó la parte central de la terraza, pero no los extremos. En esta reforma se añadió una capa de mortero para nivelar el suelo, provocando un sobrepeso en toda la estructura. El día del derrumbe se juntaron doce comensales que, sumados a esa sobrecarga de las sucesivas obras, provocaron una sobrepeso que hizo que el suelo se viniera abajo.
Los ténicos han confirmado que las obras que se realizaron este invierno fueron un lavado de cara y tan sólo se cambió la apariencia y el mobiliario del lugar. El socio del actual propietario del Medusa Beach fue multado con 4.500 euros euros por una infracción urbanística grave al no contar con licencia de obras para habilitar la terraza.
El alcalde Martínez ha advertido a los propietarios y empresarios que explotan locales de que no se pueden realizar obras sin permiso. Es una obviedad, ha dicho, y son los propietarios los que tienen que velar por la seguridad de sus locales. No se puede poner un inspector en cada uno de los 5.000 locales que hay en Palma. Los informes con la documentación y las conclusiones han sido remitidos ya a la Policía Nacional y a la fiscalía. El Ayuntamiento ha anunciado que se personará en la causa penal que se derive de ello.