Prohens pide "rigor, prudencia y responsabilidad" y evita hablar de decrecimiento en el primer Congreso de Turismo de la Sociedad Civil de Baleares
Los hoteleros piden un "cambio de chip" a los residentes con el uso del vehículo privado para evitar la saturación en las carreteras
Palma
Rigor, prudencia y responsabilidad. Son los términos con los que se ha referido la presidenta del Govern, Marga Prohens, en el primer Congreso de Turismo de la Sociedad Civil donde se reclama un cambio en el modelo turístico de Baleares. Eso sí, la líder del Ejecutivo balear no ha querido hablar de decrecimiento, sino de límites y de contención. Un espacio de debate con distintas entidades, como ecologistas, sindicatos, empresarios, entre otros, donde la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, María Frontera, ha pedido un "cambio de chip" a los residentes con el uso del vehículo privado para evitar la saturación en las carreteras.
De esta jornada saldrá adelante un documento con una serie de propuestas para avanzar hacia un modelo turístico más sostenible. La presidenta del Govern asegura que todas las medidas serán escuchadas.
Prohens deja claro que el debate debe ser constructivo y que hay que hablar de límites para seguir defendiendo la industria turística.
Un espacio donde se ha creado un documento con propuestas conjuntas que tendrán que consensuarse a lo largo de toda la jornada y que abordan la planificación y sostenibilidad del turismo de las Islas.
Entre las diferentes medidas que se plantean pasan por decrecer el número de plazas turísticas, establecer un índice de saturación turística o la deconstrucción de edificios con un gran impacto ambiental.
También se pide limitar la compra de viviendas por parte de extranjeros y obligar a los compradores de viviendas en suelo rústico a residir un mínimo de 5 años en el archipiélago, o prohibir en toda Mallorca el alquiler vacacional en edificios plurifamiliares.
Asimismo, se propone crear una tasa de un euro para los turistas que quieran acceder a la Serra de Tramuntana, un incremento de la ‘ecotasa’, prohibir fumar en las playas del archipiélago, limitar el número de vehículos en las Islas, establecer un límite diario en los vuelos, poner límites en la llegada de megacruceros en el puerto de Palma con un máximo de uno diario, ampliar la red ferroviaria de Mallorca, dar continuidad al proyecto de tranvía de Palma o mejorar el transporte público en toda la Isla.
Durante el congreso se ha hablado sobre masificación, vivienda, empleo, economía, sostenibilidad y también de movilidad.
En ese sentido, la presidenta de la Federación Hotelera de Mallorca, María Frontera, ha pedido un "cambio de chip" a los residentes de Baleares con el uso del vehículo privado. Ha pedido más frecuencias y líneas de transporte público y una mayor organización de los taxis para que no haya vehículos vacíos a la vuelta de un servicio.
Declaraciones en una mesa redonda donde se ha reiterado que la falta la vivienda asequible es el principal problema que tienen los residentes de las Islas.
Desde el grupo ecologista GOB, su presidenta, Margalida Ramis, habla de malestar de la ciudadanía por la vivienda y por la masificación.
Según el secretario general de Comisiones Obreras, José Luis García, ya se está notando en la falta de trabajadores y que muchos residentes se acaben marchando del archipiélago.
