Sociedad

Vila pide al Govern el reconocimiento de la feria medieval como fiesta de interés turístico autonómico

Se cumplen 25 años del reconocimiento por parte de la UNESCO

Aprobación de la propuesta por unanimidad / Ayuntamiento Ibiza

Ibiza

El Ayuntamiento de Ibiza solicita al Govern Balear el reconocimiento de Eivissa Medieval, que conmemora la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO como Fiesta de Interés Turístico Autonómico. Propuesta que se ha aprobado por unanimidad en el pleno celebrado este jueves por el Consistorio.

El concejal de Fiestas, Francisco Torres, que ha defendido la propuesta ha señalado que “La Fira Eivissa Medieval supone un punto de referencia para el inicio de la temporada turística en toda la isla aunque es celebrado por los ibicencos e ibicencas que lo ven como una oportunidad diferente para subir a Dalt Vila y pasear por nuestros barrios históricos".

Ha destacado que con esta petición "queremos que se reconozca cómo se merece este evento multitudinario y ofrecemos la oportunidad a otras instituciones para que se sumen a la Feria Ibiza medieval y que sea motivo de orgullo no solo de la Ciudad, sino también de toda Baleares”.

Torres ha recordado que Eivissa Medieval nació y se ha desarrollado con una clara intención pedagógica "que va más allá de recrear un mercado en la calle y se ejemplifica con los tenderetes donde artesanos ibicencos muestran cómo se borda un pañuelo, hacen unas alpargatas o acaban un instrumento musical".

Recuerda que se ha procurado siempre incluir en la programación actividades para todas las franjas de edad, con actividades infantiles como talleres de disfraces medievales o actuaciones de cuentacuentos y títeres para los más pequeños. También se ha querido mostrar cómo se vivía y trabajaba antiguamente. Por este motivo, se han programado talleres de oficios antiguos, muchos de ellos desarrollados antiguamente a pie de calle, como buena parte de la actividad cotidiana.

Torres ha dicho que es también una oportunidad para poder comprobar de primera mano las mejoras que se han ido realizando en los bienes declarados cuando se cumplen 25 años del reconocimiento por parte de la UNESCO.