El mundo del deporte despide a un maestro. El eco de sus canastas resonará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de verle jugar. Los aros se inclinan en reverencia, y el público guarda un silencio respetuoso, sabiendo que la historia del baloncesto español ha sumado un capítulo imborrable. Tal y como cita el Real Madrid en su comunicado oficial: Durante las trece temporadas en las que ha defendido nuestra camiseta, Rudy Fernández se ha convertido en el tercer jugador que más partidos ha disputado en el Real Madrid, con un total de 754, y ha conseguido 26 títulos: 3 Copas de Europa, 1 Copa Intercontinental, 7 Ligas, 6 Copas del Rey y 9 Supercopas de España. Además, ha sido elegido dos veces en el quinteto ideal de la Euroliga (2012-2013 y 2013-2014), dos veces en el quinteto ideal de la Liga (2012-2013 y 2013-2014) y también fue MVP de la Supercopa de España (2012), MVP de la Copa del Rey (2015) y MVP de la final de la Liga (2017-2018). Rudy Fernández es también una de las más grandes leyendas de la selección española y, tras su participación como capitán en los Juegos Olímpicos de París 2024, se ha convertido en el jugador de baloncesto masculino que más Juegos Olímpicos ha disputado en la historia, con un total de 6: Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012, Río de Janeiro 2016, Tokio 2020 y París 2024. Además, es el jugador que más veces ha defendido la camiseta de la selección española (266), con la que ha conseguido también un palmarés extraordinario: 6 medallas de oro (Copas del Mundo de 2006 y 2019 y Europeos de 2009, 2011, 2015 y 2022), 3 de plata (Juegos Olímpicos de 2008 y 2012 y Europeo de 2007) y 2 de bronce (Juegos Olímpicos de 2016 y Europeo de 2013). A nivel individual, fue incluido en el quinteto ideal del Europeo de 2009 en Polonia. En la sinfonía del baloncesto, donde los astros se alinean solo para los más grandes, Rudy Fernández ha escrito su última nota con la elegancia de un maestro. Sus logros, incontables y brillantes, relucen como las estrellas que guían el camino de los que vendrán. Desde las canchas del Real Madrid hasta los escenarios mundiales, su legado no es solo de títulos, sino de pasión, entrega y liderazgo. El baloncesto pierde a un jugador, pero la historia gana una leyenda inmortal. Rudy se retira, pero su nombre seguirá vibrando en cada eco de victoria, en cada corazón que alguna vez latió al ritmo de su juego.