Los guías turísticos arrancan su "propia" temporada alta con la llegada de viajeros con mayor gasto
Desde el Colegio Oficial de Guías de Baleares hablan de un otoño que permitirá no tener que competir con el sol y playa
Palma
El sector de los guías turísticos de las Islas se frota las manos ante la que será su propia temporada alta. Conforme avanza el mes de septiembre y llega octubre y parte de noviembre, el viajero de sol y playa y el de ambiente festivo da paso a un turista senior que consume los tours del archipiélago y que hace un gasto notablemente superior, "de incluso cuatro veces más", como ha señalado Pedro Oliver, presidente del Colegio de Guías Turísticos de Baleares.
"Es un viajero senior, de 55 años de media, que se mueve por la temporada de golf y los eventos corporativos. Pueden gastar, sin contar el alojamiento, entre 160 y 200 euros diarios en las Islas, mucho más que los 40 de media de quienes buscan la fiesta y el sol y playa", ha explicado. Y es que durante los meses de junio, julio y agosto, el sector tiene que competir con el chapuzón y el descanso en las playas, plan recurrente para las familias, y también con el ambiente nocturno, el que buscan los viajeros más jóvenes.
Pese a ello, la temporada, en términos generales, ha sido "muy buena" gracias a un pronto arranque, ya que febrero, marzo y abril también son muy provechosos para el sector, lo que ha permitido llegar a los meses centrales con los deberes hechos. "Esperábamos que arrancara todo en marzo, con la Semana Santa, pero nos sorprendió hacerlo en febrero, y aunque luego los meses centrales han arrojado cifras normales, el cómputo general es muy bueno", ha indicado.
La única pega que ha subrayado Oliver es que, como ocurre en muchos sectores del turismo durante esta temporada, "no se está haciendo inspección por parte de las administraciones para detectar la piratería y así llevan siete u ocho años". "Más de la mitad de los tours de Baleares están dirigidos por guías que no cuentan con la certificación oficial", ha criticado.
Eso trae dos problemas añadidos, y es que, en consecuencia, las nuevas altas en el sector no compensan las jubilaciones sabiendo que hay que competir en desventaja; lo que, a su vez, implica que en determinados momentos, como ha pasado en mayo y junio, no se pueda hacer frente a la demanda con los efectivos que hay. "Los jóvenes conocen lo que pasa en el sector y no quieren incorporarse, saben que no pueden competir con guías que operan ilegalmente y que no pagan la Seguridad Social, no invierten en su formación y no tienen que afrontar una serie de gastos", ha lamentado.