Aplazado el desahucio de una mujer de 67 años y su hijo discapacitado en Cas Capiscol
La mujer no puede hacer frente a la deuda de 40.000 euros que su marido, ya fallecido, contrajo con un prestamista, que ya se ha quedado un local con diez plazas de garaje de la mujer
Palma
Aplazado el desahucio de una mujer de 67 años y su hijo con discapacidad de su vivienda de Cas Capiscol en Palma. Catalina Pomar y su hijo Raúl tendrán 15 días más de plazo para abandonar la casa en la que han vivido toda su vida. No han podido hacer frente a una deuda que el marido, ya fallecido, de Catalina contrajo con un prestamista hace más de una década. Este martes han logrado paralizar el desahucio junto a varios voluntarios de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
Catalina y su hijo Raúl estaban esta mañana a primera hora en la vivienda acompañados de algunos amigos. Todas sus pertenencias estaban empaquetadas y metidas en bolsas apiladas en el portal. Sólo quedaban por salir sus gatos y algunas cosas que quedaban en el piso, en un estado evidente de deterioro. Catalina explicaba que su marido, que siempre había atravesado apuros económicos, pidió un préstamo al banco y después otro de 40.000 euros a un prestamista para hacer frente al primero. Cuando ella estaba en recuperación por un aneurisma, su marido le dio a firmar los papeles del préstamo asegurándole que sólo había puesto un local como aval. Como su marido no pagó la deuda, el prestamista se quedó con un local con diez plazas de garaje y también con la casa, algo que Catalina desconocía hasta que le llegó la orden de desahucio.
Catalina vive en esa casa desde que tiene uso de razón, fue una herencia de su madrina. Reside allí con su hijo pequeño Raúl, de 22 años, que tiene una discapacidad intelectual del 50%. Tiene otros cinco hijos, pero algunos comparten piso y otros viven en el extranjero y no les pueden acoger. Catalina está enferma y no ha recibido ayuda de los servicios sociales. Esta última noche en casa ha estado plagada de nervios, apenas han podido pegar ojo y han llorado ante la idea de perder el lugar en el que han vivido siempre.
A las diez de la mañana los miembros de la plataforma de Afectados por la Hipoteca han entrado en la vivienda para hablar con Catalina y su hijo. Ángela Pons, presidenta de la PAH en Mallorca, explicaba el caso: "Esta persona no era consciente desde la muerte de su marido que seguía en pie una deuda con un prestamista. Esto tiene un recorrido, ella vive de una manera que esta mujer no sabe absolutamente nada, y le llega la notificación de desahucio. Los pasos que vemos que se han dado en muchos casos legalmente no se le han notificado, como la substas del piso o la compra de este inmueble por 14.000 euros".
En la zona ya estaban el cerrajero y el procurador del juzgado, a la espera de la secretaria y la funcionaria judicial que han llegado sobre las once y media. No había ni rastro de los servicios sociales, a pesar de la situación de vulnerabilidad de madre e hijo. Al comprobar la presencia de prensa, activistas y amigos de los afectados y tras ratificar que no había ninguna dotación policial, el juzgado ha acordado el aplazamiento del desahucio hasta el día 26 de este mes. Quince días que dan algo de aire a Catalina y su hijo para encontrar una alternativa. La presidenta de la PAH ha mantenido una reunión con el director general del IBAVI para tratar de encontrar una alternativa para Catalina y su hijo dada su situación de vulnerabilidad.