Sociedad

'Canviem al Rumb' reclama a las instituciones de las islas "más hechos y menos buenas palabras" en la lucha contra el alquiler turístico ilegal

Dice que en otras ciudades como Nueva York se ha prohibido la plataforma AirBnb

Imagen de una de las protestas de la plataforma / Canviem el rumb

La plataforma 'Canviem el rumb a Eivissa i Formentera' reclama a las instituciones "más hechos y menos palabras" para dar respuesta al grave problema de la vivienda en las Pitiusas. Piden que se actúe como ya se ha hecho en otras ciudades y pone el ejemplo de Nueva York, donde no se puede tener licencia de alquiler turístico de una casa o un piso si no se reside simultáneamente con los clientes que lo alquilan. También destacan la prohibición de la plataforma AirBnb. Afirman que con estas medidas, casas y pisos han salido del mercado turístico, aligerando la presión turística e incorporando viviendas al mercado de alquiler convencional.

La plataforma que se ha constituido este año para denunciar la masificación turística dice que es contradictorio que, por una parte, el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, prometa un gran pacto social que debe velar porque los beneficios de turismo reviertan en el bienestar de los residentes mientras se plantean la legalización de viviendas que están fuera de ordenación en suelo rústico y que tienen autorización como alojamiento turístico.

'Canviem el Rumb' dice que la relación entre la oferta turística legal e ilegal y el coste de la vivienda es "directa e indiscutible". Y en esa línea recalcan que construir más viviendas sean o no de carácter social, "no es ni será la solución". Destacan que los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) demuestran que "tenemos un buen porcentaje de viviendas vacías", cómo informó el investigador Joan Buades en su conferencia esta misma semana.

Cuestionan también que desde el gobierno insular se diga que el crecimiento económico no puede ser sinónimo de precarización cuando todos los estudios demuestran claramente que el crecimiento turístico y población durante los últimos años ha provocado una situación totalmente contraria porque dicho crecimiento ha provocado un menor bienestar y si más degradación ambiental y social.

Concluyen que hace falta una voluntad "real y honesta" de arreglar la situación como piden y necesitan a los ciudadanos. Con sencillos instrumentos al alcance de ayuntamientos y Consell, como un decreto u ordenanza, se podría dar "un salto cualitativo rápido y efectivo".